El pasado lunes asistí a la
conmemoración del 91 aniversario de la muerte del Teniente
Coronel Santiago González-Tablas y García Herreros, después
de mi ausencia, por tener que atender asuntos familiares, a
los diversos actos que anualmente organiza la Hermandad de
Veteranos Regulares de Ceuta y a los que siempre,
amablemente, me invita el Coronel Palop, dinámico presidente
y artífice de las actividades de la Hermandad. Últimamente
le prometí que asistiría al primer acto que se organizara
por la asociación y, enterado del homenaje que se rendía al
heroico y laureado Teniente Coronel González Tablas, allí me
presenté asistiendo a la emotiva efeméride.
Y al ver a la tropa formada se rememoraban en mí aquellos
años en que, como soldado de reemplazo, presté mis servicios
en el grupo de Regulares de Infantería número 4 de Larache,
con guarnición en Alcazarquivir hace ya mas de medio siglo.
Y me vino a la memoria,, también, el cuadro de suboficiales,
oficiales y jefes que, en aquellos tiempos tan difíciles,
con sublevaciones y cierta beligerancia por parte de
partidos políticos y fuerzas sociales de la zona sur de
Marruecos, reivindicaban la independencia del Protectorado
que aun mantenía Francia en su territorio. Suboficiales,
oficiales y jefes que nos dieron ejemplos de amor, de
servicio y, en definitiva, de entrega a la causa de la madre
patria, actuaciones que conllevaron al entendimiento y
confraternización entre los mas de seiscientos hombres que
componíamos el citado Grupo de Regulares en el que, aparte
de la instrucción militar propia del órgano en el que
estábamos integrados, se atendía la vida religiosa y social
de cada soldado, sintiéndonos, aun cuando se trataba de un
servicio militar obligatorio, parte de una colectividad que
exaltaba la dignidad de todo el colectivo, tanto asistiendo
a conferencias, como a actividades deportivas, a la
instrucción militar o, inclusive, prestando la atención y
enseñanza a analfabetos tan numerosos por desgracia que se
daban en aquella época (ningún soldado del Grupo terminó su
compromiso militar con esta carencia cultural). En concreto,
se formaban auténticos hombres lo que hace que hoy, después
de mas de cincuenta años, que me siga sintiendo “soldado
regular” recordando con verdadero afecto la prestación de mi
servicio militar. En definitiva me siento “regular”, o sea,
como diría el Comandante General Gózalo Rodríguez de
Austria: ni bueno ni malo, sino de los mejores.
Hay que recordar también, ya que ello ha sido motivo de mi
colaboración de hoy, el ejemplo que dió en el campo de
batalla el Teniente Coronel González-Tablas, entregando su
vida por España y en defensa del honor, la gloria y la
bandera de la Patria. Una vida mas de las “tantas que
cayeron por Marruecos, no contra Marruecos”. Por eso, como
diría el General Galera con motivo de su retirada del
Protectorado, “el ejército español quiere guardar, como
única prenda de sus campañas de guerra y paz, la fraternidad
y permanente amistad del pueblo marroquí”.
Ante la efeméride citada, con el agrado y la satisfacción de
recordar mi paso por las Fuerzas Armadas, se hace obligado
hoy rendir sentido homenaje a la figura del Teniente Coronel
Santiago González-Tablas y García-Herreros en estos tiempos
de tanta ambición independentista de quienes, en vez de
defenderla, quieren desmembrar la unidad de la patria, a lo
que nuestro ejército, llegado el caso, sabrá defender
garantizando la soberanía, territorialidad y su ordenamiento
constitucional, como así queda establecido en la Ley
Fundamental de la Organización del Estado que fue ratificada
por los españoles en el mes de diciembre de 1978.
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