Durante el primer año de funcionamiento del contrato de
trabajadoras transfronterizas que permite ocupar a empleadas
procedentes de Marruecos aunque en el SEPE haya españolas
inscritas se han tramitado 683 altas de las más de 700
solicitudes que se han recibido en la Oficina Única de
Extranjería.
El 1 de mayo de 2012 entraron en vigor unos nuevos contratos
para transfronterizas que permitían que aquellos ceutíes que
quisieran contratar a una empleada del hogar de Marruecos la
pudieran ocupar aunque hubiera demandantes de empleo
españolas en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) si
estas no se ajustaran al perfil que busque el empleador. El
objetivo de estos contratos, que entraron en vigor gracias a
un acuerdo de los delegados del Gobierno de Ceuta y Melilla,
era evitar el empleo sumergido que existe en este sector en
ambas ciudades autónomas y los resultados no se hicieron
esperar. La Oficina de Extranjería que tramita las
solicitudes se colapsó durante los primeros meses.
Durante el primer año de esta nueva normativa, el número de
solicitudes iniciales de autorizaciones de trabajo por
cuenta ajena para empleadas de hogar que han tenido entrada
en esta Oficina Única de Extranjería desde el 1 de mayo de
2012 hasta el 30 de abril de 2013 asciende a 723. Mientras,
el número de autorizaciones de trabajo por cuenta ajena de
empleadas de hogar concedidas, dentro de ese mismo periodo,
por el Delegado del Gobierno en Ceuta, ha sido de 683.
Según los datos de afiliación de la Seguridad Social en el
mes de marzo había dadas de alta en la Ciudad Autónoma un
total de 1.180 trabajadoras en el Sistema Especial de
Empleadas del Hogar. Un incremento exponencial que ha tenido
lugar después de la aprobación de estos contratos.
Esta tramitación específica, según explicaban desde
Delegación, está justificada por las condiciones en que se
realiza la actividad del servicio doméstico. Y es que, en
estos contratos se entiende que en el ámbito familiar se
produce un tipo de relación basada en la confianza que no
existe en otro tipo de relaciones de trabajo. Por ello, con
esta nueva normativa se pretendía que no hubiera que pasar
por la oficina del SEPE para contratar a una empleada del
hogar, tal y como ya habían demandado desde los distintos
sindicatos.
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