Las últimas operaciones contra el islamismo radical en
Marruecos se han centrado en la zona de Nador, ciudad
limítrofe con Melilla. La Brigada Nacional de la Policía
Judicial (BNPJ) marroquí ha desmantelado dos células
islamistas en esa provincia, según informó el pasado día 5
el Ministerio del Interior marroquí en una nota difundida
por la agencia oficial marroquí, MAP, y recogida a su vez
por las españolas Efe y Europa Press.
“Sobre la base de las investigaciones llevadas a cabo por la
Dirección General de Vigilancia del Territorio Nacional, la
BNPJ procedió a desmantelar dos células de ideología
extremista denominadas Al Muyahidín y Attauhid cuyos
miembros han sido detenidos en Zghenghen, Beni Bughafer,
Seluán, Ferjana y Beni Chiguer, en la provincia de Nador”,
explicaba el comunicado del Ministerio del Interior.
En contacto con Malí
Los miembros de estas células habrían perpetrado varios
robos acogiéndose al concepto musulmán de ‘istihlal’, una
yihad o guerra santa contra una empresa acusada de
apostasía, y estaban en contacto con los grupos yihadistas
con presencia en el norte de Malí.
Además contaban con una red especializada en el
adoctrinamiento que enviaba a voluntarios a combatir en la
región del Sahel que ya fue desmantelada en noviembre de
2012, indicaba el Gobierno marroquí.
España ha colaborado con las fuerzas de seguridad de
Marruecos en la desarticulación de estos dos comandos de
yihadistas en Nador, limítrofe con Melilla, en las que
fueron detenidos siete de sus miembros.
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani,
confirmó el día 6 que esta colaboración se ha prestado de
forma centralizada a través de la Comisaría General
Madrid-Rabat y no con actuaciones policiales efectuadas
desde Melilla. “Me consta que ha habido información”, apuntó
El Barkani en declaraciones a Efe tras destacar que ambos
países siempre han colaborado y trabajado conjuntamente
“desde hace mucho tiempo” en la lucha que mantienen contra
la inmigración ilegal, el narcotráfico y el terrorismo
“venga de donde venga”.
Fuentes policiales de Marruecos aseguraron a Efe que al
menos uno de los comandos se supone dirigido por Mohamed E.B.,
que estuvo preso en Marruecos, se encontraba huido y residía
“entre la ciudad de Melilla y Bélgica”. Según estas mismas
fuentes, a los detenidos se les incautó abundante material
documental ‘takfiri’, una de las variantes del yihadismo.
En una entrevista publicada por EL PUEBLO el pasado 7 de
abril, el experto Óscar P. Ventura, señalaba que hay
“ciertas informaciones que apuntan que los ceutíes que han
sido captados para la causa yihadista estarían relacionados
con la secta Takfir”. El caso de los tres jóvenes ceutíes
puede ser, apuntó, “una iniciativa propia de una célula de
takfirís que decidió ayudar a sus hermanos musulmanes en la
lucha contra el gobierno de Al Assad”. En cuanto al cuarto
caso, el de un menor, había en ese momento “indicios” de su
relación con los ‘takfiris’.
Takfir wal-Hijra Anatema y Exilio), es un movimiento
sectario ultrarradical islamista de orientación sunní nacido
en Egipto cuyo “principal e inquietante rasgo -señalaba
Ventura- es que están exentos de seguir los preceptos
religiosos del Islam, con el fin de pasar lo más
desapercibido posible dentro de la sociedad occidental, a la
que consideran corrupta y quieren destruir”.
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