A escasos días de cumplir un año al frente de la
Secretaría del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en
Ceuta, Jesús González Miaja asegura que la Jefatura, desde
que Pedro Luis Mélida asumió el cargo, “no ha experimentado
ningún cambio excepcional que merezca tenerse en cuenta”.
Además, critica la situación de las instalaciones y los
medios con los que cuentan los policías en su trabajo
diario. El secretario del SUP asegura que si los agentes no
tuvieran “vocacionalidad”, la seguridad ciudadana no habría
mejorado. Y es que considera que la Administración General
del Estado no vela por los intereses del Cuerpo Nacional de
Policía como debiera y cree que los policías sufren
continuos “machaques”.
Pregunta.- Va a cumplir dentro de poco un año como
secretario del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en la
ciudad, ¿cómo valora esta etapa después de la larga
trayectoria de Andrés Carrera al frente de la organización
sindical?
Respuesta.- Después de una etapa con un secretario general
del calado de Andrés Carrera, obviamente, alcanzar y
mantener la línea de actuación y además los parámetros de
trabajo de este sindicato es complicado. Llevamos un año y
los afiliados nos manifiestan que están contentos con el
trabajo que se está haciendo. En principio, nos hemos
adaptado, el 50% de la Ejecutiva prácticamente era nueva y
la otra parte antigua, lo que nos ha ayudado a seguir con la
labor desarrollada durante muchos años por Andrés Carrera,
quien a estas alturas no necesita que diga ningún comentario
ni ninguna valoración sobre él. Está todo dicho, escrito y
por supuesto bien valorado como se merece.
P.- ¿Cuál es esa herencia de la antigua Ejecutiva del
sindicato?
R.- La antigua Ejecutiva, al igual que nuestro sindicato a
nivel nacional, siempre ha sido reivindicativa. Nosotros, en
diferentes etapas, por lo menos nos hemos intentado
caracterizar por la defensa a ultranza de los intereses de
los compañeros. La línea de actuación sigue siendo la misma
y creo que cuando los afiliados se decidieron por el equipo
de trabajo que planteamos nosotros es porque son compañeros,
nos conocen y saben que la línea de actuación va a ser
siempre reivindicativa y de denuncia de todo lo que está mal
atendiendo a los criterios de lo que entendemos debe de ser
una Policía moderna del siglo XXI.
P.- ¿Cuáles son esos criterios que cree que faltan en la
ciudad para que la Policía Nacional se convierta en un
cuerpo del siglo XXI?
R.- Los criterios no sólo es que falten en Ceuta. Creo que
la Policía, ahora mismo tanto a nivel nacional como en la
ciudad, carece de medios y de personal bastante acuciante.
Esto supone que se dé un servicio de menos calidad del que
se debería de prestar. En seguridad nunca va a haber una
seguridad absoluta, eso es una quimera; es imposible
garantizar la seguridad al 100%, pero obviamente, sin medios
y sin personal, el resultado siempre va a ser más negativo
que si los hay.
P.- ¿La media de edad de la plantilla en Ceuta es la
adecuada?
R.- Históricamente la de Ceuta ha sido una plantilla
bastante avanzada de edad. En estos últimos años, con las
promociones que ha habido, se ha rejuvenecido bastante.
Ahora hay policías, a los que cualquier ciudadano puede ver
por la calle, con una media de entre 25 y 30 años. Ese
rejuvenecimiento ya se produjo. Tampoco hay que desmerecer
el trabajo de los compañeros que llevan muchísimos años en
el Cuerpo. En otras profesiones es importante la
experiencia, y en la Policía, si cabe, es un poco más
importante. Indiscutiblemente lo que hace falta es gente con
ganas de trabajar y con medios para poder hacerlo. Si se
tienen ganas de trabajar y motivación y se cuenta con los
medios, la edad es lo de menos.
P.- ¿Cuáles son los problemas a los que se enfrenta a
diario la Policía Nacional en la ciudad? ¿Qué quejas son las
más reivindicadas por los agentes?
R.- Los problemas son innumerables. El principal problema
viene dado de infraestructuras de las cuales ahora mismo se
carece totalmente, desde unas instalaciones en la calle
Colón, que están ahí desde antes de que yo naciera, con lo
que las condiciones que reúnen dejan mucho que desear,
partiendo del mobiliario y llegando a los sistemas
informáticos obsoletos... Creo que en este sentido la
Comisaría poco ha cambiado, por no decir nada. Últimamente
se están deteriorando por el uso las cosas y no se
reemplazan, con lo cual, en vez de avanzar vamos a peor. Y
no sólo pasa en estas instalaciones. Si hablamos de la
frontera y las condiciones en las que trabajan los
compañeros, el invierno que han pasado cayéndoles agua a
diestro y siniestro no tiene nombre. Los compañeros del
Puerto pues lo mismo: la oficina del control de vehículos
está montada en un contenedor y creo que para una
institución como el Cuerpo Nacional de Policía no es lo más
apropiado, por no hablar del control que tiene el techo a
seis metros y al que le entra el agua. No sólo afecta a los
compañeros, es que los ciudadanos cuando tienen que abrir la
ventana para entregar la documentación muestran quejas
reiteradas porque se empapan. Los ciudadanos no tienen por
qué soportar eso. En cuanto al resto de instalaciones del
CNP, como la Comisaría de Los Rosales, prefiero no nombrar
las condiciones en las que está por respeto. En relación a
los coches ya se ha criticado su situación en determinadas
ocasiones y al parecer este último asunto se va a
solucionar. Un punto en el casillero de la Administración
que concedemos sin ningún problema pero va perdiendo por 20.
Si hablamos de otros temas, los agentes tampoco tienen
guantes anticortes, linternas... Los compañeros tienen que
registrar y cachear a la gente con las manos descubiertas,
entrar en lugares donde ha habido robos o alarmas totalmente
a oscuras si ellos no tienen linternas. En definitiva, unos
métodos de trabajo y unos medios que si bien sabemos que
desde la Jefatura se han estado exigiendo y pidiendo, a día
de hoy los resultados son lo que son. El sindicato es el
altavoz del resto de los compañeros, que pasan por el SUP y
explican sus deficiencias. Yo soy un altavoz que recoge
todos los datos y los traslado a donde los tengo que
trasladar para exigir que se cumpla la reglamentación.
P.- ¿Ha mejorado el funcionamiento de la Jefatura desde
que Pedro Luis Mélida está al frente?
R.- No consideramos que haya habido grandes mejoras,
sinceramente. Nos gustaría decir lo contrario pero creemos
que esta Jefatura no ha experimentado ningún cambio
excepcional que merezca tenerse en cuenta. Aunque sí ha
habido pequeños matices que desde luego son de agradecer
pero en ningún caso los cambios que se han producido son los
que nosotros esperábamos. Ni las mejoras son las que
nosotros en principio esperábamos. En las primeras reuniones
que mantuvo el SUP con el jefe superior, nos mostró una
intención de cambio grande, una pequeña revolución y
reorganización, pero hasta la fecha no se ha producido. Los
compañeros siguen teniendo las mismas deficiencias, seguimos
teniendo los mismos problemas... No hay un cambio sustancial
más allá del tema estadístico famoso del índice de
criminalidad.
P.- ¿Cómo valora esa reducción del índice de criminalidad
en un 16,4% en los tres primeros meses del año, según datos
del Ministerio del Interior?
R.- Primero de todo, no somos muy amantes de la defensa a
ultranza de las estadísticas, ni cuando son positivas ni
cuando son negativas. Es decir, ha habido ocasiones en que
las estadísticas han sido desastrosas en la ciudad y parecía
que era Vietnam y no se parecía en nada a lo que ocurría en
la realidad. Todos conocemos la forma de obtención de las
estadísticas y, si bien puede ser un reflejo de la
situación, no es ni mucho menos el 100% de la validez que se
le quiere dar por parte de la Administración. Esto se
produce cuando los datos son favorables, cuando no, ya es
diferente. Entendemos que en la ciudad ha aumentado la
presión y el trabajo sobre ciertos tipos de infracciones,
como son las infracciones de la Ley de Extranjería, la
prostitución o los culeros. Esto ha dado como resultado
detenidos y por tanto dan una estadística más positiva. Pero
no creo que ni mucho menos los ciudadanos de Ceuta se vayan
a contentar con eso, aunque sí hay que decir que es una
labor muy positiva. Sin embargo, los vecinos confían en que
atajemos otra serie de problemas que son de mayor calado y
de mayor preocupación, como los coches quemados, los robos
de motos, los tiroteos, los últimos robos y atracos a mano
armada... Son situaciones que no hay que sacar de contexto
ya que se producen en toda España y todos los fines de
semana, pero aquí no se habían producido y se están
produciendo. Hay un malestar en la ciudadanía, que confía en
que el Cuerpo Nacional de Policía ponga solución, que se va
a poner. Nosotros vamos a exigir que la Administración
ponga, sobre todo medios y personal, para poderlo combatir.
No nos vamos a conformar con esa estadística. Queremos,
sobre todo los que somos de Ceuta, soluciones.
P.- ¿A qué cree que se debe el incremento de estos hechos
delictivos?
R.-Puede haber mil razones para que se haya producido algún
acto ocasional de este tipo. Lo que sí que crean es una
alarma social y es lógico que nuestros vecinos se preocupen.
Puede haber mil motivos por los que se producen este tipo de
hechos: la falta de recursos económicos, que haya presión
sobre otro tipo de delitos que antes daban dividendos...
Obviamente el delincuente es un ‘emprendedor’ de
oportunidades, pero de la criminalidad. El delincuente
también es dentro de su ámbito un emprendedor, y si se le
acaba una faceta para obtener el dinero, intenta buscar otra
vía de negocio dentro de la rama de la criminalidad. No
dejan de funcionar como el resto de la sociedad.
P.- ¿Cómo se encuentra el proceso de creación de aquella
plataforma que anunció SUP para defender a los agentes de la
autoridad que se veían afectados por la quema de sus
vehículos?
R.- Es cierto que se dieron los primeros pasos pero crear
una plataforma para sólo protestar, pues tampoco. Queríamos
darle un ámbito de actuación mayor, es decir, la posibilidad
de podernos presentar como acusación particular... Queríamos
ser un proyecto más ambicioso. Como todos los proyectos que
incluyen a varias organizaciones y cuyos gabinetes jurídicos
tienen que analizarlo, lleva su proceso. Sí que es verdad
que ante la disminución, por suerte, en este tipo de
actuaciones sobre compañeros, quizás no se ha prestado la
suficiente premura en hacerlo. Pero desde luego está ahí,
está en estudio y tarde o temprano creo que podremos
gestionar algún tipo de actuación colectiva. Por el momento,
sí que es verdad que se dieron los primeros pasos y los que
más o menos estábamos de acuerdo se mandó a los gabinetes
jurídicos. Pero de momento sí que es cierto que el tema se
ha quedado un poco en ‘stand by’.
P.- ¿Cómo valora el trabajo que lleva a cabo la plantilla
en las condiciones en las que asegura que se encuentra?
R.- La plantilla ciertamente, para el vapuleo que ha sufrido
el Cuerpo Nacional de Policía por parte de la Administración
y el desprecio, se está comportando en unos niveles de
dignidad bastante altos. Los miembros del CNP en estos
últimos tiempos hemos sido pisoteados a nivel económico, a
nivel de derechos... Si el CNP nunca ha sido especialmente
bien tratado por ninguna Adminstración ni ningún Gobierno
pero en estos últimos tiempos se ha incrementado
notablemente el trato denigrante. No se han tenido en cuenta
ninguna de nuestras particularidades a la hora de aplicarnos
los recortes con la máxima diligencia. A pesar de ello, los
policías se comportan porque hay que tener en cuenta que en
esta profesión hay un alto nivel de vocacionalidad. Si los
miembros del CNP no tuvieran la vocación que tiene la
mayoría, estaríamos ante un grave problema. La plantilla,
aunque se encuentre en una situación de ‘machaque’, cumple
con lo que se espera. El rendimiento es mucho mayor del que
la Administración, con su trato y con su forma de actuar se
merece y todo se debe a esta vocacionalidad de los policías.
P.- No esperan entonces la construcción de una nueva
Jefatura Superior para esta legislatura...
R.- Si la Jefatura que pensaban construir era en lo alto del
cerro del Príncipe, obviamente preferimos esperar a ver si
cambian de opinión antes de empezar las obras. La Jefatura
allí nos parecía un disparate y por un lado casi
agradecemos, si iba a construirse allí, que se haya
paralizado. Quizás se pueda recuperar un terreno en algún
sitio más acorde al desempeño de las funciones del Cuerpo
Nacional de Policía, que son en casco urbano. Cuando todas
las Jefaturas tienden a ocupar lugares en los centros de las
ciudades, obviamente no nos parece muy lógico mandarnos al
Príncipe. De hecho no conozco ninguna institución de la
Administración General del Estado que hayan desplazado allí.
P.- Algunos comerciantes del polígono del Tarajal han
criticado la actitud de las unidades UIP que vienen de la
península, sobre todo en el trato que reciben los
porteadores en el paso del Biutz, ¿qué les diría?
R.- El SUP desde el primer momento lo ha tenido muy claro.
Lo primero que pensamos es que el Cuerpo Nacional de Policía
no puede prestar un servicio con coste a todos los
ciudadanos a unos comerciantes para sus negocios privados.
En segundo lugar, si el CNP presta allí un servicio, lo hace
por motivos de seguridad y acorde a unos criterios de
actuación de seguridad ciudadana. Por lo tanto, lo que no
vamos a hacer nosotros en ningún caso es organizar las colas
al criterio de los comerciantes, ya sólo falta que nombren
un coordinador de la UIP entre ellos y que organicen a los
policías. El servicio de seguridad ciudadana se camufla pero
en cierta manera se está realizando un servicio de seguridad
a negocios privados, lo que supone un coste a todos los
ceutíes, un coste que, como ya dijo el delegado del
Gobierno, sobrepasa con creces los beneficios que se
obtienen allí por medio de impuestos. Lo que no vamos a
hacer en ningún caso es estar funcionando a los designios de
una serie de señores que quieren organizar el funcionamiento
de las UIP que vienen de fuera. Son unidades que vienen muy
preparadas y están acostumbradas al trato y al movimiento de
muchos más ciudadanos de los que se mueven en el Biutz.
Nadie, ni mucho menos un empresario, puede indicar a una
institución cómo debe de hacer un servicio en pos de la
seguridad ciudadana. Cuando veo a la UIP organizando las
colas del Biutz me provoca hasta un cierto sonrojo. No es ni
su trabajo ni para lo que están preparados.
P.- ¿Cuáles cree que son las condiciones de trabajo de
los policías en la frontera del Tarajal?
R.- Hay que partir de una base que muchas veces se obvia. La
frontera tiene un gran problema estructural y tiene el
tamaño que tiene. Hemos visto cómo han hecho una ampliación
en la frontera marroquí, que es cuatro o cinco veces
superior a la nuestra. En el Tarajal se podrían colocar
millones de policías, pero los carriles son los que hay. Ahí
se dan unos parámetros que son complicados de coordinar:
velocidad y seguridad. La velocidad con seguridad no
funciona si queremos que se controlen los vehículos, las
personas que salen, que entran... Eso necesita un tiempo. Y,
con los carriles que hay, si paras un coche, no puede pasar
otro. Partimos del problema del espacio.
P.- ¿Considera que ha habido mejoras en las
investigaciones sobre el tráfico de drogas?
R.- En este ámbito, sin tener unos datos actualizados, el
tema de los culeros parece que ha ido bastante mejor, pero
los grandes alijos incautados y los registros no parece que
se hayan incrementado con respecto a otras épocas. El
funcionamiento sigue siendo más o menos el que había con el
anterior jefe y no apreciamos que haya habido una mejora
sustancial que sea digna de remarcar. Se sigue trabajando y
sabemos que son trabajos muy difíciles. Sin medios y
personal mucho más. La lucha contra las bandas de tráfico de
drogas es complicada, se necesitan medios, coches camuflados
en condiciones, vehículos de seguimiento especializados,
cámaras de fotos, más personal... Obviamente carecemos de
todos esos medios, con lo cual, se sigue igual, pero con las
aportaciones que se están haciendo por parte de la
Administración, los policías pueden tener muy buena voluntad
pero no son Superman. No pueden pretender que hagamos
neurocirugía con un serrucho. Cada cosa necesita lo suyo y
no tenemos los medios. Los resultados son los que son y por
eso me extraña que haya otros que vean unos grandes avances.
P.- ¿Qué calificación pondría a su trabajo al frente del
sindicato a lo largo de este año?
R.- Me pondría una bastante baja porque todo lo que han
reclamado mis compañeros, a pesar de haberlo intentado y
haber protestado, no hemos sido capaces de conseguirlo, con
lo cual, no puedo estar satisfecho. Los compañeros me han
trasladado miles de quejas y después valorarán si es culpa
mía o no. Yo desde luego, al no ser capaz de presionar lo
suficiente, no me puedo dar ni mucho menos por aprobado.
P.- ¿Cuáles son los objetivos a corto y medio plazo?
¿Cómo se encuentra el futuro de la formación a través del
sindicato?
R.- Indiscutiblemente queremos incrementar las
reivindicaciones para obtener las mejoras que necesitamos
para que los compañeros trabajen. En cuanto a formación, los
cursos se van a seguir haciendo. Hay algún curso en el que
los compañeros están muy interesados, como son los de tipo
operativo. A nivel local tenemos prevista la organización de
jornadas con algún fiscal o juez de la ciudad para que
refresque y oriente a los policías en la legislación actual,
que oriente en qué sentido se está trabajando desde la
Judicatura. Quién mejor que ellos para que nos marquen lo
que necesitan y que todo se encauce de forma más
comprensible. Es un proyecto que considero bueno para estar
‘a la última’ en este tipo de temas.
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