Es donde se encuentran ya los
alumnos de 2º de Bachillerato que, la próxima semana,
terminarán con sus “obligaciones” en el Instituto.
Esto es igual para todos, para los que partían con las
mejores intenciones y para los que se han ido “arrastrando”
curso a curso, esperando que un día puedan dar el salto ese
universitario que a ellos les atrae y a sus padres los
vuelve locos.
A lo largo del curso hemos tenido la oportunidad, aquí como
en el resto de España, de oír hablar de la enseñanza a todo
el que tenía un hijo, un sobrino o un pariente lejano.
Todos, motivados por ese movimiento contra la Ley de
Educación, nos han salido con alguna petenera, cuando en
realidad hay pocos que conozcan a fondo lo que “tiene que”,
“puede” y “debe” significar la Ley de Educación para el
futuro de unos jovencitos que ahora no han hecho más que
salir de los parvularios o están cursando alguno de los
primeros cursos en el Instituto.
Sin embargo, lo que a muy pocos, creo que a casi nadie, he
oído decir es que si esa Ley de Educación es para sentar
unas bases más fuertes habría que apoyarla, mientras que si
fuera un sucedáneo de las leyes y reformas del PSOE, las que
nos han destrozado la Enseñanza, en este país, que
deberíamos ir en contra de ella.
A eso no parece que quiera o que pueda llegar nadie, desde
los sindicatos hasta las asociaciones de todos los tipos que
buscan la protesta por la protesta.
Sea como sea, donde menos se oye hablar del fracaso escolar
es en 2º de Bachillerato, y es que bastante tienen con
tratar de terminar sus estudios de los institutos, para
luego abordar otros escalones que les coloquen en un puesto
estable para el futuro.
La huelga, mejor dicho simulacro de ella, o acaso “juerga”,
que estaba anunciada para ayer jueves, pasó sin pena ni
gloria. Mi Instituto tuvo un día similar a otro cualquiera y
el tanto por ciento que la secundara debió se “tan canijo”
que no hubo la más mínima alteración del orden.
Por lo único que me enteré, durante la mañana, de que había
huelga fue porque nuestro secretario, una persona activa y
competente donde los haya, nos fue pasando una nota para
firmarla los que estuviéramos “al pie del cañón”, esto es
trabajando, no fuera a ser que las “altas esferas” se
confundieran, naturalmente a su favor, y fueran quitando un
día de sueldo a quienes “habíamos ido al corte”, como otros
días.
No creo que, en este caso, D. Cecilio haya podido “hacer
caja” con los descuentos por huelga del día 9 de mayo. Así
es mejor.
Pero prefiero volver a los chavales que están a punto de
terminar 2º de Bachillerato y que estos días, entre examen y
examen, tienen la preocupación de ver si el traje para el
día de la entrega de bandas es el que más les gustaba o si
han tenido que acogerse, por ser época de crisis, a otros
que no les “iban” tanto.
Los chavales, en esto, no tienen secretos y está bien porque
ya van siendo mayorcitos, y tampoco tienen esos secretos
cuando se les vaya a imponer, para su cena de fin de curso,
un lugar que les cuesta un ojo de la cara y luego la cena
transcurre con tanta lentitud que los postres, el 90% se
quedan allí, en el restaurante y algún otro plato, casi por
el estilo. De esto prefiero no dar nombres, aunque lo podría
hacer, pero lo que sí decimos es que eso que se queda allí
por las negligencias o lentitudes en el servicio, ya está
pagado de antemano, por los propios chavales.
Cuidado las vueltas que hay que dar para poder llegar a la
Universidad y todo ello para luego ser licenciado, en lo que
sea, y, a veces, tener que acogerse al “Plan de Empleo”, si
no tienes un alcalde amigo que te nombre su asesor.
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