Que venga Juan Luis, Que venga
Juan Luis. Es la frase que más se escucha en el Ayuntamiento
ceutí. Hay que ver como vive fulano / Hay que ver como vive
mengano / Hay que ver como baila el bayón / A lo loco, a
loco, a loco, / A lo loco se vive mejor.
Niño quiere hacer el favor de quitar el CD con la misma
canción que vienes poniendo desde hace meses. Es una canción
más antigua que los balcones de madera. Si al menos pusieses
una canción más de los tiempos actuales, y no tan arcaica y
decimonónica.
Y es que, pensándolo bien, se parece en cuanto a arcaica y
decimonónica a los discursos de Aróstegui, que sigue
manteniendo el mismo discurso sin cambiar nada desde los
tiempos de María Castañas.
Nada de extrañar que la frase con la que iniciamos este
escrito, sea la más escuchada en el Ayuntamiento ceutí pues
es, del todo punto lógico que el presidente manda llamar a
la oposición para tratar de concensuar ciertos asuntos a
debatir en los plenos. Eso se hace siempre. Las cosa claras.
Lo que no tengo tan claro es lo de los QUINIENTOS MILLONES
que en publicidad institucional se le va dar a un medio de
comunicación. Para que ustedes lo entiendan, se le va a dar
justamente la mitad de lo que el padre del S: M el Rey ha
dejado de herencia a sus hijos. Y todo ello, salido del
bolsillo de todos los ceutíes.
Traducidos esos QUINIENTOS MILLONES de las antiguas pesetas
a EUROS, nos dan la cantidad de TRES MILLONES DE EUROS, que
se van repartir entre tres, un millón para cada uno de
ellos.
Aclarando que es gerundio, si mis datos son ciertos, se
repartirán entre tres años a millón de euros para cada año.
O sea, con claridad meridiana, se van a repartir entre tres,
a millón cada uno si las matemáticas no mienten. Perdón, me
dicen que es entre cuatro. Sea entre tres o entre cuatro, es
una buena cantidad
Niño deja la canción, que eres una jartá de pesado y procesa
unos datos que te voy a dar, antes de que se me olviden. Si
los procesas bien, te subiré de categoría y te nombraré jefe
supremo del asunto de procesar datos. Cosa que, por
supuesto, me tendrás que agradecer toda la vida. Ahí es
nada, de ser un simple ayudante mío a jefe del asunto y con
un buen sueldo.
Lo del sueldo me da igual, jefe, pero lo que me ha llegado
al alma es el nombramiento, eso jamás viviré bastante para
agradecérselo como usted merece. Desde estos momentos, usted
me manda, soy su más humilde esclavo, lo que usted diga y
sus más mínimos deseos son órdenes para mí.
Vale, niño, vete a tu nuevo cargo y ya me devolverás el
favor cuando, si por una de esas casualidades de la vida,
llegues a ser alguien importante
De eso no le quepa la menor duda que haré cuanto me pida.
Suponte que llegas, y te pido que cierres la tienda de tu
tío Federico, ese que tanto te ha ayudado y al que tanto le
tienes que agradecer ¿Lo harías?.
Eso ni lo dudes, jefe, cuándo quieres qué ordene el cierre
de la tienda de mí tío Federico.
Vale, así me gusta, que siempre entiendas que quien manda
aquí, soy yo. Niño, procesa, procesa, los datos.
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