El secretario general del PSOE ceutí, José Antonio Carracao
ha comparecido ante los medios para analizar las
manifestaciones del Presidente de la Ciudad, 24 horas antes.
Y lo ha hecho para evidenciar el ridículo de todos los
corifeos que salieron en alabanzas y parabienes hacia Juan
Vivas y emprendieron una verdadera “cacería” mediática
contra Carracao. Voces que ahora silencian, la “marcha
atrás” de Juan Vivas que reconoce los pagos indebidos. Hemos
pasado de la “carracada” de antes a la “cantada” del
Presidente Vivas con sus últimas declaraciones.
La parafernalia que montaron los personajes de este sainete
ha quedado en agua de borrajas, porque el esperpento que
protagonizaron, se disuelve por sí solo como un azucarillo y
se ha desvanecido. Ha bastado que Juan Vivas reconozca lo
que antes no reconocía para que se produzca un nuevo
“descuadre”, éste no contable como el de Urbaser, sino en el
contexto de la demagogia utilizada como arma arrojadiza
durante todos estos días.
Ahora, tras el reconocimiento de Vivas, de los pagos
indebidos a la presunta malversación de fondos, que solo ha
de calificarla el Juzgado, hay escaso trecho.
¿Qué hubiera pasado con un gerente de una empresa privada
cuya gestión hubiera desencadenado esta misma situación?
Pues su jefe más pronto que tarde le hubiera puesto de
patitas en la calle por irresponsable y le hubiera
denunciado en el Juzgado por el perjuicio que le habría
causado. Extremos que, a lo que parece, el Gobierno de la
Ciudad, no está dispuesto a sumir, no quiere costos a
efectos de depurar responsabilidades y espera, tal vez, que
escampe, a ver si esta tormenta informativa remite de alguna
manera, aunque lo tienen muy crudo, feo, difícil.
¿Saben porqué? Pues la respuesta está en una cuestión que
planteó Carracao y soltó así como el que no quiere la cosa:
“¿Ha dado el presidente toda la información de lo que sabe?”
Vaya órdago a la grande: si sabe más de lo que dijo y no lo
dio a conocer, ¿por qué lo oculta? Y si no lo sabe y
Carracao demuestra que lo sabía y lo ocultó (ya hay un
precedente con ese mes que estuvo oculto el informe del
técnico de gestión contable), peor.
¿Dio Vivas toda la información? ¿Dijo Vivas todo lo que
sabe? La postura de Carracao ha sido retadora: una pregunta
capciosa, como encerrando más de lo que dice o insinuando
que podría haber algo más, oculto.
A lo mejor, Vivas pudo pensar en aquél que decía “uno es
dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”.
Carracao ha dejado caer, él sabrá con qué intención, una
posible acusación como queriendo dar a entender que se
podría estar ocultando información “sensible” (delicada) a
todos los ceutíes.
Hemos pasado en poco tiempo de que algunos dijeran que “no
había nada” a que hay pagos indebidos, reconocidos. Tras las
ocultaciones , los enredos, inventándose campañas
orquestadas y la puesta en marcha de la maquinaria mediática
para protagonizar una “cacería” contra Carracao,
desacreditándolo hasta la saciedad. Quienes han hecho el
ridículo cuando decían que “no había nada”, ahora callan,
silencian su caricatura informativa manipuladora. Una
parafernalia plagada de “peloteo”, farsas y engaños.
Carracao ha invitado a Juan Vivas a dar y hacer pública toda
la información de la que disponga. Muchos nos tememos que,
de no hacerlo, sería el propio Carracao quien lo haga. ¿Se
destapará otra vez la caja de los truenos?
El reto que le ha lanzado Carracao, no puede obviarlo el
presidente de la Ciudad, porque ha sido un recado a él,
directo, diáfano, puntual. ¿Tiene el presidente más
información de la que ha dado? Vaya preguntita…
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