Para suerte de nuestros políticos, el tema del que en esta
ocasión voy a ocuparme, no les afecta en absoluto. Por lo
que, si quieren dejar de perder tiempo conmigo y dedicarse a
tareas ocupadas, pueden hacerlo. Lo que digo bajo la
supuesta idea de que algún político tenga a bien leerme, en
alguna ocasión, claro. Que es mucho decir. Tan ocupados como
están siempre en la solución de nuestros problemas
cotidianos. A poco que ocupen determinado puesto de
responsabilidad, por pequeña que sea, el chófer y el
vehículo oficial del Ayuntamiento, están garantizados. El
aparcamiento, también.
Sin dejar de referirme a ese personal de escoltas. El nuevo
Papa hace gesto de mezclarse con los fieles rompiendo el
protocolo de seguridad. Nuestros políticos atrincherados en
sus despachos, salen a la calle para la foto bonita con la
ministra, fomentando imagén de una Ceuta necesitada a gritos
de infraestructuras que parece terminaron con el
desdoblamiento del Paseo de las Palmeras. Por supuesto, con
fondos europeos. Ni nacionales, ni locales. De no ser por la
ayuda exterior, no sé. Hasta los dineros de Madrid para el
Plan de Empleo, se facilitaron con cuenta gotas. Mucho más
tarde. Por el camino, despistaron todo otro Plan de Empleo.
Muchas familias ceutíes sobreviven con ese balón de oxígeno,
pan para hoy, hambre para mañana. La estabilidad laboral y
personal, para los políticos.
Nuestros políticos, que hacen más depachos que calles, no
pasean nada más que cuando se aproxima el tiempo de pedir el
voto. Es entonces, cuando se les puede ver con aire de gente
normal. Cambian el estilo. Se hacen cercanos, cuando han
permanecido los años de ejercicio de poder, lejos de los
ruidos del pueblo. Acudir a las citas de los eventos que se
producen en la ciudad, no es hacer calle. Es figurar. Es
pretender quedar bien con todo el mundo, logrando el efecto
contrario.
Por cierto, ¿quién controla el parking municipal con acceso
por la calle de Gómez Marcelo? La entrada de vehículos
oficiales, conjuntamente, con coches particulares, se presta
a pensar que el que no ocupa plaza en dicho lugar, es porque
no sabe hacer del todo bien la pelota. ¿No se podría
rentabilizar con alquileres el parking? ¿Por qué no se
buscan la vida como el resto de ciudadanos? Ah, claro,
estamos en presencia solemne de la clase política y de la
clase funcionariado. Ustedes perdonen. No he dicho nada. Se
ha tratado de un desliz por mi parte. Borro las preguntas.
Me he animado.
Además, si en el parking de Gómez Marcelo del Ayuntamiento,
entran también coches que nada tienen que ver ni con una
clase ni con la otra, pues es que serán amigos o familiares.
Que hay que cuidar las relaciones. Máxime si las mismas son
con cargo a los hombros de los contribuyentes. Me gustaría
que alguna vez alguien explicara, si no es mucho pedir, el
uso que se le da a este parking en particular¿ Cuál es la
norma que rige para ocupar plaza?
Justo enfrente al parking municipal de Gómez Marcelo, se
encuentra la puerta de acceso al garaje del hotel Trip y
viviendas. No menos de 125/150 euros es lo que se viene
cobrando por plaza en alquiler. Resulta difícil encontrar
alguna libre.
Cuando todavía un político no ha llegado a ser objeto de
dedicación y servicio público, con esa comunidad que no sabe
apreciar, en su justa medida, el valor del trabajo, ya se le
puede ver entrando con su coche particular en el parking del
Ayuntamiento. Es como si tal privilegio fuera sinónimo de
casta especial o categoría por encima del bien y del mal.
Que la gestión vaya o no a ser buena, es cuestión baladí. Lo
esencial es contar y tener plaza de garaje gratis en el
centro de la ciudad. Que la vocación política es palabra de
origen mayor. La plaza gratis, está por encima de ideas
confundidas entre la derecha golpeada, el centro pérdido, y
la izquierda zurda de Nadal. Y la caballa como pez de
pecera. Que todo no va a ser el león fiero ese que no era de
la Metro, y que alguien había aceptado como animal de
compañía. Que era del Príncipe.
Y es que el chollo de tal situación es ya, de por sí, lo
suficientemente atractiva como para entrar en política. No
se trata sólo de la posibilidad de medrar, también la de
poder, finalmente, tener el coche a buen recaudo. Es la
erótica del aparcamiento por el morro de barriada.
En Ceuta, una plaza de garaje , por lo menos, en pleno casco
urbano, encima gratis, es motivo sobrado para arrimarse,
todo lo que se pueda y más, al árbol que buena sombra da. El
caído, para el franquismo. Para los demás que no tienen la
suerte de contar con tantos y buenos privilegios reservados
a la crema de la crema . La democracia aparente.
En tiempos de la comunicación inmediata, por tantas vías
posibles, nuestros políticos, jamás han pasado más tiempo
viajando a Madrid, que desde que nos vendieron aquello de
que ya Ceuta dependía en menor medida de la capital del
reino. De no haber cambiado el estado de cosas mientras
escribo, que no se sabe. Cada día salta una sorpresa real.
Con el mucho trabajo y esfuerzo que le costó realizar
visita. Pasando más tiempo en África que en la luna.
La gente humilde de Ceuta
Craso error que los taxis de Ceuta produzcan algún tipo de
subida por mínima que ésta sea. Esos céntimos de subida
afectará de manera negativa, todavía más, el uso.
Los autobúses de Ceuta subieron algo con el 2013. Aplicaron
el Índice de Precios al Consumo (IPC). A los usuarios les
pareció mucho.
La crisis donde más se nota, la que más la sufre, es la
clase humilde. De ahí que los servicios habituales de
transporte urbano, a saber, taxis, y, sobre todo, autobúses,
vengan notando una disminución considerable en los ingresos.
En concreto, son unos 1.500 viajeros diarios, en relación al
año 2009, de media diaria de pérdida, los que vienen
afectando a los autobúses de Ceuta.
Si la gente humilde no llega en sus más elementales
necesidades diarias, piensa, por la necesidad que obliga y
manda, hasta en el ahorro y suspensión de tomar el autobús.
Mucho más en esa alegría, entre comillas, de coger un taxi,
La gente necesitada, por humilde, tiene problemas. El
descenso en viajeros es un dato relevante. Una especie de
termómetro de la actual situación que se vive en nuestra
tierra.
Tanto el gremio de los taxistas, como el sector de los
autobúses, como el de las panaderías locales, creo, son
objetos de una determinada subvención. A la vista está que
la misma se hace insuficiente. Habrá que buscar soluciones.
Se tendrá que ampliar aún más, si cabe, la partida de la
subvención . Si los políticos locales conocieran de la
sensibilidad.
Por excelencia, el transporte de los más necesitados en
nuestra ciudad, pasa por el servicio, útil y público, de los
autobúses. En otras ciudades existen carriles para bicis,
para taxis, para autobúses. En Ceuta, la carencia de calidad
viene de la mano del mayor de los abandonos. En el centro se
acumula lo estético. Ceuta no pasa de ser el centro. Es el
centro del centro. No te salgas del centro no vaya a ser que
te quedes fuera de la civilización del sapiens, y pises
terrenos del neardental. El trasero de España.
En la compañía de autobúses de Ceuta, compañía privada en su
titularidad, pero útil y pública, en su función, se barajó
la idea de reducir la regularidad en las dos líneas de menor
afluencia de viajeros. Desde el pasado enero, la línea de
Benzú Beach, y la de San Amaro, pasaron de tener un servicio
de autobús cada media hora, como venía prestándose, a darlo
a cada hora. Lo que viene ocurriendo a partir de las tres de
la tarde.
En esa medida parece que quedó la cosa. Sin embargo, pese a
que se me haya desmentido por la empresa, a través de su
director-gerente, José María Cuéllar, tengo que decir que,
desde las seis y media de la tarde, son muchas las personas
que se quejan de que también otras líneas, como por ejemplo
la de Juan Carlos I, la frecuencía del servicio no es la de
antes. Los usuarios ceutíes se quejan de largas colas de
espera y de que la masificación de viajeros, hacen el
recorrido de lo más incómodo o agobiado, dado que al
trabajar menor número de autobúses, van más cargados.
Casi 40 millones de pesetas, mi moneda, es lo que cuesta hoy
en día la adquisición de un nuevo autobús. Se va renovando
la flota. En el ánimo de la compañía está seguir mejorando
para prestar el mejor de los servicios a los ciudadanos de
Ceuta. Ahora bien, no puede ser que se deje de tutelar, lo
que haga falta y más, un servicio público esencial. Máxime
en una ciudad, como la nuestra, que cuenta con el mayor
parque automovilístico de Europa, y del mundo también, en
relación a su densidad.
En Ceuta, la posibilidad de disponer de los servicios
públicos de autobúses y taxis, debería ser una máxima a
tener en cuenta y proteger. Tendría sentido popular que se
primara, aparte subvención, de alguna forma añadida, su
utilización y se penalizara el uso de los vehículos
particulares. De contar con buenos servicios públicos
(carecemos de metro), bien que se podría fomentar, desde el
poder, el uso de los mismos.Una afluencia masiva de usuarios
haría rentabilizar al máximo el gremio de taxistas, y a la
compañía de autobúses. Lo que, por otra parte, llevaría,
incluso, a una posible bajada (como acaba de ocurrir con la
luz) de el precio del billete del bus, o del recorrido de la
carrera del taxi.
En los autobúses, están las tarjetas, para la reducción en
la tarifa, de los estudiantes y jubilados. ¿ Y los parados?
¿También tienen descuentos las familias numerosas?
Taxis y buses de Ceuta... no son un lujo
No sé qué más decir. El tema es tan sencillo. Tan simple.
Fomentar los servicios públicos de transporte. Con buenos
servicios públicos para los desplazamientos, en Ceuta el
coche particular podría quedar relegado a un uso casi
innecesario. Es cuestión de educación, de imaginación, de
campañas de mentalización y concienciación, de publicidad
institucional de apoyo desde los medios, de ofrecer la
máxima atención a los servicios de taxis y de autobúses. De
buscar soluciones comunes a un tema general. Los taxis y los
autobúses no son un lujo. Son el medio público de transporte
de la clase humilde que, a pasos de gigantes, se ha visto
condenada a los umbrales de la pobreza, cuando los golpes
bajos a los dineros de todos, más allá de la crisis
internacional, no han pasado, ni de broma, por sus manos
trabajadoras. Conocen del trabajo y del sufrimiento. El robo
a manos llenas, y el despilfarro, no entra dentro de su
capacidad sencilla de gestión.
En fin, tengamos los ceutíes paciencia, al menos, hasta que
nos toque el cupón de la Cruz Roja, en forma de varita
mágica, capaz de convertirnos en político local. En el
paquete de la transformación, ya se sabe: vehículo oficial,
guarda cuerpo (espalda incluida) y, lo más interesante de
todo: pargkin gratis en los bajos del Ayuntamiento, ahora
Asamblea.
El usuario se queda sin el anunciado punto de servicio
Desde hace tiempo conozco la información sobre la
implantación , en los locales donde se situa la parada
central de los autobúses, en el mercado de abastos, de un
punto de venta y recargas de las tarjetas, para comodidad de
los usuarios obligados, en la actualidad, a ir hasta las
oficinas de las Puertas del Campo. Se pensaba en el alquiler
de algún local por el centro, próximo a la plaza. Se ha
desistido de tan magnífica idea, cara al consumidor. Vaya mi
desacuerdo pues se sigue ofreciendo al viajero una única
base. No es la mejor forma de combatir el temporal. Frente a
la crisis, más soluciones y facilidades. Si se dice que todo
por el usuario ceutí, pues que la intención no quede en una
frase vacía de contenido. Que no es tiempo de beneficios
grandes. Los justos. Es la servidumbre cuando el sector
privado presta servicio público. Negocios modestos. La
rentabilidad debe ser la función social que se cumple.
Con todo, me permito, sin ser nadie para ello, invitarles a
subir al autobús amable, o tomar un taxi bonito. En la
Península, siempre presumí de que en Ceuta los taxis eran
Mercedes.Y de que los autobúses de la ciudad pintaban de
rojo, en manos de un buen señor, José Luis Pérez Florency
(suegro que fué de mi hermana Rosa Mari). Y de verde, en
manos de Rafael Sanz. Cazadores. Buena gente.
7 vidas
Que en Ceuta hay buena gente es un hecho. Día 19 de marzo.
Sobre las 9 horas de la mañana. Hospital Universitario. Un
gato tiene sus patas ensangrentadas. Está exhausto. En la
desesperación, no puede más. Ha agotado sus fuerzas.Va
desistiendo de sus deseos de saltar intentando alcanzar la
libertad. El muro fino hace que sus uñas resbalen y será
cuestión de tiempo agotar cada una de sus 7 vidas. Trampa
mortal. En la planta baja del edificio hospitalario existen
una especie de grandes cajones cerrados al que caen
colillas, en su suelo cubierto de pequeñas piedras. Se han
convertido en gigantescos ceniceros.Varios trabajadores de
mantenimiento han visto la situación del gato, y lejos de
irse a desayunar, de pasar de largo, realizar toda una
operación de rescate. Deciden poner un andamio y salta uno
de los trabajadores para asustar y empujar con su presencia
al animal , a ver si se apoyaba en el elemento y sale del
recinto cerrado. El gato ni tomaba el camino del andamio, ni
tenía la menor intención de dejarse coger por nadie. Salta
otro trabajador, que luego tendría problemas para salir. No
hay forma. Surgen las ideas ocurrentes. Traen una manta y la
ponen sobre el muro para que el gato pueda agarrarse sin
resbalar y escapar. El animal pudo trepar por la manta de su
salvación.Lección de unos trabajadores del personal de
mantenimiento del hospital. Felicitaciones, gracias.Lograron
salvar el gato y aliviar mi visita al médico. El poder de la
buena acción es contagiosa.
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