Si hay algo, en esta vida, que no
puedo soportar son las injusticias. Y creo, sinceramente,
que con ese pliego de condiciones al que sólo le falta, al
parecer, poner el nombre del “Decano”, es una injusticia que
no puedo soportar. Vamos de esas injusticias, que me dan
nauseas.
Como de la misma forma considero una injusticia que, en los
momentos actuales que estamos atravesando, se pueda firmar
un convenio de publicidad institucional con un medio, al que
se le inyecte, al parecer, la nada despreciable suma de
QUINENTOS MILLONES de las antigas pesetas, salido del
bolsillo de todos los ceutíes.
Una publicidad institucional de la que sólo queda fuera, de
la misma, mí periódico “EL PUEBLO DE CEUTA” . Como decano de
la prensa escrita, auque algunos mandas no lo quieran
aceptar, cosa que me importa tres pepinos, me veo en la
obligación de salir a la palestra en defensa de unos
compañeros, magníficos profesionales que luchan cada día por
ganarse su sueldo honradamente y que, por una injusticia
pueden hasta perderlos.
Cuál es su culpa. Su única culpa es informar, cada día, sin
tapujos, sin intromisiones, sin escribir al dictado de
nadie, de la realidad en la que vive este pueblo y de todas
las irregularidades y errores que cometen algunos mandas,
que no benefician al pueblo de Ceuta.
Pero a algunos mandas, eso no les gusta. No ven con buenos
ojos que, cada día, digamos la verdad de todo lo que
acontece en esta tierra sin callarnos nada, porque seguimos
en la misma línea que desde hace dieciocho años venimos
manteniendo, la información veraz a nuestro pueblo, que es a
los que nos debemos.
Cuando éste periódico, con su editor al frente, nos
entregamos con todas nuestras fuerzas a luchar contra el GIL
porque, con toda honestidad creímos que era perjudicial la
llegada de ese partido para gobernar nuestra tierra cosa que
quedó, con el paso del tiempo, más que demostrada, ayudando
al Partido Popular, en esa lucha para que reconquistara el
gobierno de nuestra ciudad nadie, de ese partido de los
populares, salió para darnos ni tan siquiera las gracias.
Agradecidos que son los muchachos.
En esta vida lo menos que se puede ser es agradecido y, con
ello, reconocer el esfuerzo que tanto el editor como alguno
de los periodistas de este periódico, se entregaron con
todas sus fuerzas a favorecer, por le bien de esta tierra
nuestra, al Partido Popular en su lucha contra el GIL
No sólo no son ni medianamente agradecidos, aquellos que
debieron darnos las gracias por nuestro trabajo, sino que en
esa publicidad institucional no aparecemos ni por asomo. Hay
que acabar con nosotros. Hay que cerrar éste periódico al
precio que sea, aunque ese precio sea de QUINIENTOS MILLONES
DE LAS ANTIGUAS PESETAS, salido del bolsillo de todos los
ceutíes. Agradecidos que son los muchachos.
Ya lo decía la sabia de mí abuela:”Andresito, paga siempre
con la misma moneda con la que te paguen”. Nosotros
seguiremos defendiendo los intereses de nuestro pueblo pero,
algunos de esos grandes amigos seguro que, a la primera de
cambio, le dejaran como dice el título de una serie “Con el
culo al aire”. Y ya no estaremos nosotros para sacarle las
castañas del fuego. ¿Vale, queridos?
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