La Ciudad ha acometido ya la reparación del muro de
contención de tierras del aparcamiento que da servicio al
Polideportivo Díaz Flor, en la barriada de Miramar Bajo. En
la pared, de 145 metros de longitud y entre 4 y 5 de altura,
se había detectado un “desplome” y se reforzará mediante la
instalación de 73 ‘bulones’, una especie de pasadores de
acero, para estabilizar su estructura. La redaccción del
proyecto ha correspondido a técnicos de la Gerencia de
Infraestructruras y Urbanismo.
La Consejería de Fomento ha iniciado, mediante proyecto de
la Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE), la
reparación del muro de contención situado junto al
poliderportivo ‘Díaz Flor’, en la barriada de Miramar
Bajo.Tal como informó este diario el pasado 12 de marzo, el
proyecto se elaboró tras detectarse en la pared, de 145
metros de longitud y entre 4 y 5 metros de altura -con
tramos de hasta 6-, la existencia de “una aparente
patología”, al presentar en uno de sus módulos “un sensible
desplome hacia el intradós”.
En el informe elaborado por el ingeniero de la GIUCE se
señalaba que el muro había sufrido un cabeceo,
“probablemente debido a un giro rígido (cimentación), aunque
no es descartable tampoco una rotura por plastificación de
la armadura en el trasdós del mismo, junto a la base”.
El refuerzo previsto consiste en la instalación de dos filas
con un total de 73 ‘bulones’ (una especie de pasador de
acero), ya que se determinó que una sola fila de anclajes no
garantizaría la estabilidad de la estructura. La fila
superior de anclajes se sitúa a dos o 2.50 metros de la
cabeza del muro (dependiendo del PK), mientras que la
inferior siempre se coloca a 0.6 metros sobre la rasante de
la calle o acera. En la fila superior se disponen 36
bulones, con separaciones medias de 2,25 metros y en la
inferior otros 37.
Para el “diseño definitivo” de los refuerzos se realizó,
según se explicaba en el proyecto, un modelo 3D del conjunto
del muro (incluyendo las juntas entre paños). El modelo se
sometió a las cargas de empuje de tierras y empuje derivado
de la sobrecarga superior para comprobar su seguridad.
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