LUNES 22.
El descenso administrativo de la Asociación Deportiva Ceuta,
en su momento, fue la venganza de un alcalde. Con esa
decisión, tomada tras reunirse con Aróstegui y con el
propietario de ‘El Faro’, con el fin de asegurarse la
protección de ambos, mediante promesas de obtención de
beneficios abundantes, nuestro alcalde principiaba su
persecución contra el editor de este medio. Por el cual
nunca sintió la menor simpatía. Actitud que yo he venido
denunciando desde hace varios años. Lo cual propició que se
me viera como alguien dispuesto a entorpecer las magníficas
relaciones entre partes y de las que todos se vanagloriaban.
Así, en cuanto yo abría la boca en reuniones, corrillos, o
tertulias de sobremesa, para advertir de cómo la traición
estaba a la vuelta de la esquina, por conocer más que bien
al monterilla, recibía andanadas de reproches y hasta los
había que, en cuanto me daba la vuelta, trataban de
despellejarme vivo. Lo cual se tradujo, además, en una
campaña contra mí, auspiciada oficialmente, y que acabó ante
un juez. De lo ocurrido en el juicio nunca quise alardear.
Ni lo haré. De lo que si lo haré es, sin duda alguna, de
cómo el editor de este medio, con sus defectos y virtudes de
humano, como todo quisque, en vez de abandonar el club, como
suelen hacer las ratas ante un más que evidente naufragio,
decidió ayudar al Ceuta. Aun a sabiendas de que su postura
le acarrearía problemas a su empresa. Ojalá que no decaiga
el valor sereno que viene demostrando.
Martes. 23
Leo con enorme satisfacción que la Fundación Príncipe de
Asturias ha aceptado la candidatura de José Mercé.
Una candidatura que ha sido propuesta por el periodista y
escritor Luis María Anson y por José Manuel
Caballero Bonald, último Premio Cervantes. A Merced,
cantaor nacido en Jerez de la Frontera, me lo presentó
José Cortés Jiménez ‘Pansequito’, un sábado del verano
de 1984, cito de memoria, cuando ambos arribaron a Ceuta
para participar en un festival flamenco que se celebraba en
el patio del edificio del Revellín. Aquella noche, y dado
que a Pansequito le había tocado abrir el espectáculo, y a
Mercé cerrarlo, ambos, tras la actuación del primero, se
reunieron conmigo y decidimos sentarnos en el banco de una
plaza pública, la de los Reyes, concretamente, aprovechando
la bondad de la noche. Y bien pertrechados de escocés, tuve
la oportunidad de escuchar cantar por bulerías como jamás me
había sido posible. El cante de Mercé, con el acompañamiento
de Pansequito, fue un regalo divino. Porque así hay que
catalogarlo. Pues pocas veces sucede que dos artistas
inconmensurables decidan regalar el oído a nadie. De tal
manera.
Miércoles. 24
Al ‘caso Urbaser’ se le ha unido el de Contenur. Que son
iguales. Aunque en el segundo la cuantía económica sea
menor. La conferencia de prensa dada por José Antonio
Carracao, secretario general de los socialistas de
Ceuta, ha vuelto a poner al gobierno local en una situación
muy delicada. Carracao no se ha cortado lo más mínimo a la
hora de resaltar el trabajo exhaustivo que ha realizado un
funcionario que, con su ardua, minuciosa y eficaz labor, ha
conseguido que los ciudadanos sepan por medio de ‘El Pueblo
de Ceuta’ las malas prácticas contables que se vienen
desarrollando en el Ayuntamiento. La actuación del
funcionario de carrera, tan arriesgada como de un valor
incalculable, merece ser distinguida como ejemplo de lo que
deben hacer todos los funcionarios. Cumplir con sus
obligaciones… Por más que los políticos traten de torcerles
la voluntad. En la calle no se habla más que de un alcalde
que hace ya mucho tiempo decidió tomar la senda de las
componendas. Un alcalde que ha perdido el oremus. Y que se
halla ahora mismo en el punto de mira de quienes, incluso,
hace nada hubieran metido la mano en el fuego por él.
Jueves. 25
Yo soy del Madrid desde que vestía pantalones cortos. Así
que hoy me ha costado lo indecible echarme abajo de la cama
a pesar de que los cuatro goles del Borussia Dortmund me han
tenido toda la noche sin pegar ojo. Nada más comenzar el
partido, debido a que uno sigue todavía sabiendo algo de
este deporte, me percaté de que los alemanes iban a pasarnos
por encima. Es decir, que nos iban someter, si no ocurría un
milagro, a un castigo tan severo como para salir malparados
del Signal Iduna Park, vaya nombrecito de estadio. Las
pérdidas de balones se iban produciendo a cada paso y todas
ellas propiciaban jugadas peligrosas para la portería de
Diego López, quien, tras una magnífica intervención,
tuvo que sacar inmediatamente el primer balón del interior
de su portería. Y fue así, porque el Madrid era un desastre.
Los alemanes, que forman un conjunto de hombres fornidos,
disciplinados, con enorme capacidad física y buen manejo del
balón, hicieron algo tan sencillo como añejo: colocarle un
medio muy ofensivo y muy bueno táctica y técnicamente, a
Xabi Alonso. Con lo cual consiguieron no sólo que éste
pegara el petardo de su vida, uno más, sino que
Lewandowski hiciera el partido del siglo. Götze, que así
se llama el futbolista que hizo encaje de bolillos con XA,
fue el verdadero artífice del varapalo que su equipo le
propinó al mío. Lo de los medios centro de referencia,
cuando son marcados por un medio ofensivo, deben saber
eludir ese marcaje. Alonso no lo supo hacer. Y no es la
primera vez que pone a su equipo en condiciones de
inferioridad manifiesta. En esta ocasión, ni siquiera
Ronaldo Cristiano pudo salvar los muebles. He empezado
ya a invocar a todos mis santos. Así que espero milagro. Eso
sí, me sigue pareciendo un despropósito que Pepe siga
jugando de central por el lado izquierdo. En esa situación,
su rendimiento decrece muchísimo.
Viernes. 26
Guillermo Martínez, que hasta puede que sea un buen
hombre, se ha convertido en la marioneta de Juan Vivas.
Mejor dicho: lo es desde el primer día que su padre le dijo
a Vivas que tenía un hijo que valía un Potosí y que estaba
deseando verlo crecer a su vera -a la vera de Juan, claro-,
profesionalmente. Bueno, antes lo había recomendado a
Antonio Sampietro. Sí, mire usted, ese personaje al cual
le piden seis años de cárcel por malversación de fondos y no
se le ha ocurrido otra cosa que decir que él lo que hacía es
firmar todos los papeles que le ponía por delante Jesús
Gil. Hay que ver la semejanza que tiene el asunto con
los funcionarios que hacen lo mismo en el Ayuntamiento. A lo
que iba: que la nariz de Guillermito no para de crecer. Y,
lógicamente, ha cundido la preocupación entre cuantos le
quieren y desean lo mejor para él. La nariz del tal Martínez
ha llegado a tal punto que le precede quince minutos… Más o
menos lo que le ocurría a Cyrano de Bergerac. Hoy,
alguien con quien suelo conversar mucho, me ha dicho que al
concejal Martínez le debe estar costando lo indecible beber
en vaso. Puesto que más que nariz lo que tiene es una
escollera. Se nota que mi amigo ha leído los diálogos de
Cyrano de Bergerac. Y es que mentir, por sistema, acarrea
problemas graves.
Sábado. 27
Yo tengo asumido, desde que arribé a esta tierra, treinta y
algunos años ha, que es un territorio pequeño, aunque con
problemas de urbe grande. En esta Ceuta todo se magnífica,
todo se infla, todo termina por hincharse hasta extremos
insospechados. Hipertrofia, sin duda, que exige gran
vitalidad para seguirle el paso. Por las calles de una
ciudad vitalista, llena de luz y de mares, se practican las
buenas relaciones y las enemistades. Y sucede el milagro, a
cada paso: quienes se habían jurado un día amor eterno dejan
de saludarse, de la noche a la mañana; y al revés… Transitar
la calle de una ciudad pequeña ayuda a sentirse vivo. A
gozar de ese milagro, que lo es, de poder saludar a los
demás; de hablar con los demás; de reírse con los demás; de
sufrir las desgracias de los demás y de dar gracias cada día
porque vivir en un sitio pequeño permite que haya segundas
oportunidades. En esta tierra, de tan pocos kilómetros
cuadrados, cuando a uno le niegan el saludo es porque existe
entre partes un disgusto latente. Disgusto auspiciado,
quizá, porque uno ha opinado de manera que no ha gustado a
alguien; máxime en una ciudad endogámica. Y lo entiendo.
Como entiendo que también se muestren receptivos los que
piensan como quien escribe. Por más que quien escribe, a
veces, muchas veces, duda de cuanto hace o dice. Resumiendo:
ayer viernes, cuando llegué a unas oficinas de la
Administración local, me topé con Mohamed Alí y
Juan Luis Aróstegui. E hice lo que corresponde a
cualquier persona educada: los saludé. Y ambos, tras agachar
sus testas, no dijeron ni pío. Ambos carecen de categoría
para ser nuestro alcalde.
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