Ceuta tiene el triste honor de
situarse a la cabeza entre las primeras ciudades relevantes
con una deuda por habitante más alta. Un dato que hemos
conocido a través de “Cinco Días” con aportación del
Ministerio de Hacienda y que sitúa, en diciembre de 2012 la
deuda por habitante en nuestra ciudad en 3.208 euros, el más
endeudado “per cápita”. Un reflejo de mala gestión y que
sitúa en mera anécdota de mal gusto cuando se nos habla de
superavit, en un juego perverso de cifras, en las que no se
computan determinados datos y se utilizan medias verdades
para engañar al ciudadano. Menos mal que, Juan Vivas en
alguna ocasión ha dicho que tenemos lo mejor de los dos
mundos (el municipal y el autonómico), menos mal porque si
no fuera así, estaríamos hundidos en la miseria.
Como aquí se hacen las cosas sin disciplina presupuestaria
ni contable, la Ciudad de Ceuta cerró 2012 con una deuda
viva de 259 millones de euros a la que hay que descontar los
83 millones que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) otorgó
a la Administración local para hacer frente al pago a
proveedores, entiéndase ese cúmulo de facturas sin
consignación presupuestaria guardadas en los cajones. Y ya
que hablamos del pago a proveedores, recuérdese que
Cristóbal Montoro ha manifestado la importancia del pago a
30 días en todas las Administraciones. En esta nuestra, Juan
Vivas reconoció que al Gobierno local le resultaba difícil
cumplir ese plazo, aunque siendo una directiva comunitaria,
resultaba de obligado cumplimiento. Y no se comprometió para
cuándo se haría posible afrontar ese plazo de pago, algo
esencial para tantas Pymes,a las que les va su supervivencia
económica y su futuro empresarial.
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