Los familiares de presos españoles en Marruecos que a
finales del pasado año comenzaron a organizarse para
denunciar y tratar de paliar las precarias condiciones de
vida de estas personas han logrado recabar más de 10.000
firmas de apoyo. El objetivo es dirigir una petición al
ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo,
para que defienda los derechos de los españoles en el
exterior y “exija a Marruecos unas condiciones dignas en las
cárceles” y garantías procesales.
“Veintiuna horas al día encerrados en una celda de 12 metros
cuadrados con veinte personas más, durmiendo amontonados en
el suelo sucio y húmedo. No hay duchas, solo grifos con agua
fría. Un agujero en el suelo para hacer sus necesidades.
Cucarachas, ratas, pulgas. Nula atención médica. Los más de
150 presos españoles en las cárceles de Marruecos viven en
un auténtico infierno”. Este es el resumen que un grupo de
apoyo de familiares de españoles encarcelados en Marruecos
hace de la situación que viven en las prisiones del país
vecino. Los afectados quieren trasladar al ministro de
Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, una
petición de ayuda a estos españoles que a su condena unen la
de sufrir unas condiciones de vida “infrahumanas”. Aunque su
llamamiento a la solidaridad con estos españoles, que son
171 según el último informe de la Defensora del Pueblo,
comenzó a surtir efecto de forma lenta, apenas unos meses
después de iniciar su campaña en la red -de la que este
diario informó el pasado 4 de diciembre- ya han logrado
superar las 10.000 firmas.
La iniciativa partió de la familia de uno de estos presos,
un andaluz encarcelado en Tánger, que a finales del pasado
año abrió el blog www.infiernotanger.com con la intención de
denunciar la situación y dar voz a los testimonios que, en
primera persona, les llegan de los propios presos, algunos
de ellos enfermos. Este es el caso, por ejemplo, y tal como
recogen en su petición al ministro, de Antonio García, de 57
años, “enfermo del corazón, diabetes y otras dolencias
crónicas”, que lleva más de un año en la prisión conocida
como ‘el infierno de Tánger’. “Su estado de salud es muy
delicado, su vida corre peligro, no recibe asistencia médica
y nadie hace nada para agilizar su traslado a una prisión
española”, se lamentan.
Los promotores de la iniciativa se reunieron el 19 de
noviembre con la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril,
que, según explicaron, se comprometió a trabajar “en la
defensa de los derechos humanos de todos los presos en
Marruecos”, así como a informar a la UE de las denuncias
existentes. También recabaron el apoyo del Defensor andaluz,
José Chamizo.
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Peticiones dirigidas al ministro García Margallo
La petición que los familiares de
presos españoles quieren cursar al ministro de Asuntos
Exteriores, José Manuel García Margallo, ha recabado, hasta
ayer, 10.070 firmas a través de ‘change.org’. En el texto a
firmar señalan que muchos españoles sufren a diario en
Marruecos “las horribles condiciones de la prisión junto con
los injustos juicios con condenas desproporcionadas y en
algunas ocasiones sin pruebas”.
“Nadie merece vivir en estas condiciones. Todo el mundo
tiene derecho a unas condiciones dignas, a un juicio justo y
no estar sometidos a torturas, penas ni tratados crueles y
degradantes, a la seguridad de su persona, a la presunción
de inocencia y a un juicio en el que se garantice su
defensa”, indican.
También se destaca en el texto que Marruecos es uno de los
países firmantes de la Declaración de los Derechos Humanos,
y tiene una Constitución en la que se reconocen todos estos
derechos.
Por ello se solicita la firma de esta petición al Ministro
de Exteriores para que defienda los derechos de los
españoles en el exterior y “exija a Marruecos unas
condiciones dignas en las cárceles y que garantice los
derechos y libertades fundamentales a todos los ciudadanos,
incluyendo un derecho a un juicio justo”. En la solicitud al
ministro se incluye asimismo la petición de que se agilicen
los procedimientos de trasladado de presos españoles en
Marruecos para el cumplimiento de su condena en nuestro país
en casos como el de Antonio García, enfermo del corazón y
que cumple condena en Tánger.
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