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OPINIÓN - SÁBADO, 27 DE ABRIL DE 2013

 
OPINIÓN / ANALISIS

Enroque al rey Vivas

Por Alejandro S.


La obsesión del Gobierno de la Ciudad desde que José Antonio Carracao destapó el caso Urbaser ha sido desactivar el informe del técnico de gestión contable, al que el propio presidente le puso la vitola de “muy brillante”, aunque siguiendo la fórmula de “a Dios rogando y con el mazo dando”, es decir, elogiando algo que otro correligionario se encarga de cuestionar. El portavoz y Consejero de Economía y Hacienda, pronto se encargó, no sólo de desvelar identidad del técnico sino de advertir que el Gobierno preparaba otro informe, con una intención expresa, sin que hiciera falta que lo dijera, de intentar enmendar la plana.

Hemos conocido los dos informes facilitados del Gobierno y que no aportan nada. Un escándalo que estalló un martes, saliendo al quite el Consejero de Economia y Hacienda para decir que no se había pagado ni un euro de más de lo expresado en el contrato con Urbaser, como primera versión oficial, con los corifeos mediáticos de rigor botafumeiro en ristre a todo trapo, agitado de manera vergonzosa y servil la versión oficial. Los espaciadores de elogios, pronto se encargaron de tratar de acribillar a Carracao con calificativos poco edificantes y bastante soeces para ser mentira lo que decía, según ellos. Es obvio que cundió el nerviosismo.

Diez días después de iniciarse este episodio que ha despertado verdadera alarma social, se reúne la Comisión especial de Cuentas para no aportar nada nuevo bajo el sol. El primer informe facilitado por parte del Gobierno es para significar que no se ha gastado más de lo que dice el contrato de Urbaser pero esa no es la cuestión. No se especifica si ese dinero está o no bien gastado, porque se ha seguido librando dinero de amortizaciones de camiones cuando éstos ya estaban más que amortizados y nadie se percató del “repago” ni exigió a Urbaser que, una vez amortizados los camiones, según el contrato, había de cambiar la flota comprando otros nuevos. Este matiz, queda al margen y se minimiza ¿con qué intención?

Al Gobierno le cuesta reconocer que ha pagado 12 millones y medio de euros indebidamente, el equivalente a 2.100 millones de las antiguas pesetas. Una cantidad sustanciosa para no haber sido diligentes, celosos, cuidadosos, estrictos y, sobre todo, responsables en su control.

El segundo informe aportado por Guillermo Martínez recoge que, si se ha gastado dinero indebidamente, se puede reclamar. ¿En qué quedamos? ¿Se ha gastado indebidamente o no? El Gobierno juega al despiste y a liar la madeja. Pero las evidencias no admiten dudas: pagos a Urbaser indebidos sin hacer seguimiento alguno a proceso de amortizaciones. Nadie sabía o no quiso saber la hora que era. ¿Cabe mayor irresponsabilidad con dinero público?

Dos informes que no aclaran nada y que únicamente buscan exculpar al Gobierno. Informes que no son capaces de rebatir las aportaciones del técnico de gestión contable y que nos sitúan en un escenario de hechos probados. Un episodio que es alarmante en su procedimiento, pagando dinero que no tenían que haber desembolsado y, ahora, la solución que algún “iluminado” aporta es que se le reclame a Urbaser. ¿Qué necesidad había de reclamar judicialmente una cantidad si las cosas se hubieran hecho bien?

El único mensaje que el Gobierno parece querer transmitir a la ciudadanía es que ”falta dinero pero no se ha robado”. Las cosas no pueden ser blancas y negras y todo lo contrario, a la vez. Y aquí, el único objetivo parece ser jugar la partida de ajedrez que dijo Carracao con un movimiento donde “se enroque al rey Vivas” para no perder la pieza. Lo peor del caso es que, como juego de inteligencia, el ajedrez es una forma de agilizar la mente pero en la cuestión que nos ocupa el asunto que está en juego no es un pasatiempo; es el erario público y el dinero de los contribuyentes, que no admite juegos ni bromas y es bastante serio con la que está cayendo: alarmante tasa de paro, pérdida de la paga extraordinaria de diciembre a los funcionarios y empleados públicos, necesidad de viviendas de protección oficial.... Ese pago indebido de 12 millones y medio ¿no se podría haber aplicado en Planes de Empleo, en hacer más viviendas, en no fastidiar las nóminas de los empleados públicos, en no sacrificar con “recortes” a tanta gente?

Menos mal que el caso Urbaser ha entrado en sede judicial y será allí donde el Gobierno habrá de justificar los pagos indebidos y si se dan o no por buenos esos pagos indebidos. Se abrirán diligencias y se tratará de aclara una situación que se quiere enmarañar en exceso.

Aquí no debería salvarse nadie. Ni el “rey” del ajedrez ni el apuntador del teatro. Con tantísima frivolidad con los dineros públicos, medio Ayuntamiento debería desfilar por el Juzgado para explicarse. Algo que durante diez años ha pasado desapercibido, adquiere ahora una gran relevancia. Y por mucho que el Ejecutivo eche o trate de echar balones fuera, aquí no se ha actuado correctamente y donde tendrán que explicarse muy bien será en el Juzgado.
 

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