Los estudiantes del colegio ‘San Daniel’ no saben qué
significa el término ética, pero sí entienden cuál es su
concepto, en este caso, aplicado al Periodismo. Una
treintena de escolares visitaron ayer la redacción de EL
PUEBLO y entre sus preguntas se interesaron por saber qué es
eso del “editorial”. Lo primero fue explicarles que no es lo
mismo la línea editorial que el editorial, y que si uno hace
referencia a la ‘columna vertebral’ y a la ideología
política de un medio de comunicación, a sus afinidades y
controversias con el Gobierno, el otro, el editorial es una
pieza que desvela la opinión del periódico sobre un
determinado tema. Pero la ética -ese término del que los
niños, de 1º de ESO, no sabían su significado, pero sí
entendían su explicación- está por encima de ello. En un
periódico no se miente, se informa siempre de la verdad y se
está, en cualquier caso, del lado del lector, del lado -sin
excepciones- de la rigurosidad informativa. En ningún medio,
ni en Ceuta ni en la península, te pueden obligar a mentir y
eso va intrínseco a la profesión periódistica y a esa
deontología que se estudia en la licenciatura de Periodismo
y que se debe aplicar, aunque no todos lo hagan. Así lo
entendieron los niños, quienes en su visita al corazón de
una redacción se enteraron un poquito más de cómo es esta
profesión, tan denostada últimamente pero tan bonita.
Ninguno de ellos quería, de momento, ser periodista. Alguno,
quizás, iba para economista, pues se interesaron en saber
cómo se financia un medio de comunicación, de qué va eso de
la publicidad, y entendieron que un periódico no se nutre,
exclusivamente, de la venta de ejemplares. Detrás de los
anuncios, entendieron, está la rentabilidad. Y eso
-aprendieron también-, poco tiene que ver con el periodismo,
pero mucho con la empresa periodística.
Los niños, acompañados en su visita de dos profesores, se
interesaron con sus preguntas sobre los géneros. “¿Qué es
una columna?”, preguntó uno de ellos. Y así se les explicó
las diferencias entre artículos, crónicas, reportajes y
demás. Se interesaron también sobre cómo es el día a día de
un periodista y les gustó que, normalmente, los periodistas
no madruguen demasiado (al menos los de la prensa escrita).
Aunque, como ellos ya sabían, todo puede ser, pues nunca se
sabe cuándo puede suceder un hecho noticiable. No hay
horarios cuando se trata de ser periodista. “¿Y cuánto
tiempo tenéis para escribir una página?”, preguntó otra
chica. Tuvo que entender que tan importante como escribir
bien y ser rigurosos, es que la información llegue a tiempo
al lector. La hora de cierre o el valor de tener “en casa”
una rotativa fueron algunos de los aspectos que también
aprendieron los escolares. El reparto de las secciones
-local y deporte en Ceuta, además de los llamados
‘teletipos’ para las demás secciones-, el reparto de temas
entre los redactores, el trabajo de las jefas de, entre
otras cosas, priorizar temas, lo qué es una apertura o un
planillo, la importancia de las reuniones y de ‘vender’ los
temas o la necesidad de hacer informaciones diferenciadas de
los otros medios fueron otras de las claves.
Son más importantes las fuentes y las noticias “propias” que
las ruedas de prensa, que las notas y el periodismo
declarativo. Y la vocación es también un buen arma para
capear el actual temporal. Esta actividad se incluye en la
guía educativa ‘Ceuta te enseña’, de la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer. Los escolares tienen la
posibilidad de acercarse a la profesión periodística,
visitando la redacción de EL PUEBLO, así como la rotativa
propia con la que cuenta este medio.
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