La Comisión especial
extraordinaria de Cuentas convocada para hoy por el Gobierno
para dar cuenta a la oposición de las reclamaciones de
Urbaser a la Ciudad y de los desfases en el abono de las
amortizaciones de maquinaria, requiere luz y taquígrafos, o
sea, claridad plena para que sea todo claro, clarísimo y
limpio como una patena, porque ya está bien de descuadres,
de descontroles contables y de desaguisados de todo tipo con
las cuentas públicas y el dinero de todos. El Ejecutivo dijo
que aclararía esta farragosa cuestión donde han ido
surgiendo “novedades” a cada paso y millones de euros con
alegría.
Falta hace que, de una vez por todos, esos excesos, queden
claros en cuanto a su justificación, si es que extiste
alguna. Ya está bien de ocultaciones, disimulos, excusas,
para solapar lo que ha de quedar expuesto con luz y
taquígrafos, con claridad meridiana y perfectamente diáfano.
A ver si llega el momento de la claridad y la Comisión
especial de Cuentas no decepciona las expectativas. Falta
hace de que se desvanezcan las sospechas y se subsanen las
malas prácticas utilizadas con unos métodos que dejan mucho
que desear y bastantes dudas millonarias.
La situación contable merece un mayor rigor, ser muchísimo
más escrupulosos en su manejo y, desde luego, bastante más
clarificadora en evitación de malas interpretaciones y no
pocos disgustos. En los últimos días, han surgido cuestiones
muy escabrosas y comentarios poco afortunados, para tratar
de desviar la atención. Se precisan explicaciones
convincentes, datos fidedignos y fiabilidad en lo que se
diga. Y sobre todo decir la verdad y depurar
responsabilidades políticas. Veremos...
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