El 23 de marzo de 2009, la nave de un empresario ceutí
dedicado a la industria cárnica fue objeto de una inspección
en la que se detectaron gérmenes patógenos en los productos.
Su propietario (K.H.M.) acudió ayer al Juzgado de lo Penal
número uno acusado de un delito contra la salud pública.
Según explicó, desde la Consejería de Sanidad no habían
hecho el vaciado sanitario en el recinto después de que en
la nave se hubieran criado borregos.
No obstante, el empresario se conformó con la pena de multa
de 1.125 euros que para él solicitaba el Ministerio Fiscal y
la condición de no comercializar productos cárnicos durante
un año. Y es que, en la pena se incluía una inhabilitación
para el ejercicio de la industria cárnica durante doce
meses. Además, se aplicaron los atenuantes de dilaciones
indebidas y de colaboración con la justicia, ya que el
propietario de la nave, ubicada en la barriada del Príncipe,
presentó desde un principio toda la documentación requerida
para esclarecer lo ocurrido en la nave.
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