Los elogios del secretario general
de los socialistas ceutíes, José Antonio Carracao a la
brillante labor del funcionario técnico en gestión contable,
Federico Cuenca Romero, es una forma de valorar el trabajo
eficiente de todos los empleados públicos que realizan cada
días una labor ardua, minuciosa y eficaz. Un reconocimiento
que ha puesto de relieve la profesionalidad y el buen hacer
de quienes ejercen sus funciones con absoluta
responsabilidad mirando siempre por el bien público.
Muy al contrario, hay funcionarios puestos a dedo en los
cargos, complacientes con el poder establecido, con quienes
les nombraron, que son artífices de un ejercicio de
complicidad vergonzosa y que, en vez de mirar por el bien
público, lo hacen por el bien político, que a fin de
cuentas, son a los que les están agradecidos, por los
sueldazos que les hacen ganar por designaciones a dedo. Y
este condicionante, quita independencia y libertad a la hora
de emitir informes, plegándose a las decisiones políticas
para firmar lo que les ponen encima de la mesa.
Hay que aportar y destacar la labor de la mayoría de los
funcionarios de la Ciudad Autónoma, aquéllos que desarrollan
su labor como técnicos sin estar mediatizados por el poder
político. Los que cumplen con su obligación porque su plaza
es fija, ganada a pulso, con su esfuerzo y no por decisión
del dedo caprichoso que te pone y te quita, además de
condicionarte. Desde aquí, al igual que José Antonio
Carracao elogiamos y valoramos la labor de buen funcionario,
del que no se pliega a los intereses políticos y ejerce sus
funciones con rectitud y buen criterio, sin verse obligado a
rendirse a las prebendas.
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