La afición del Ceuta se mostró indignada por la actuación
arbitral de Nicolás Fernández Arjona, quien perjudicó
claramente al equipo caballa con decisiones que nadie, ni
siquiera los propios integrantes del Alcalá, llegaron a
entender. La más clara sucedió en el 36’, cuando el árbitro
algecireño obligó a reanudarse el juego cuando Randy se
encontraba tendido sobre el césped lesionado. Algo que se
comprobó realmente después de que el jugador canario, que
sufre un fuerte esguince en su tobillo derecho, pasase por
Urgencias. Y algo de lo que hasta los jugadores sevillanos
se dieron cuenta, siendo ellos los que lo ayudaron a salir
del campo.
La situación se repitió durante todo el encuentro con
decisiones incomprensibles que solo consiguieron unir aún
más a la afición caballa para ayudar a su equipo a ganar el
partido. Sin embargo, la actitud de Fernández Arjona no
acabó con el pitido final, ya que una hora y media después
de finalizar el encuentro, y tras una petición previa del
acta, el colegiado expulsó al delegado del Ceuta, Javier
Vereda, alegando en el acta acusaciones que no eran ciertas.
Y es que Vereda, consciente de lo que podía encontrarse,
grabó la conversación con el árbitro, algo que podría
utilizarse como prueba.
El colegiado algecireño también sorprendió a otro miembro de
club mientras hablaban del próximo partido que el equipo
caballa disputará frente al Atlético Antoniano. Y es que,
incomprensiblemente, Fernández Arjona demostró conocer de
antemano tanto el nombre como la localidad del árbitro que
dirigirá ese partido.
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