El director de la Biblioteca Pública, José Antonio
Alarcón, será el encargado de coordinar el traslado de
libros y demás documentos desde el equipamiento cultural de
la Avenida de África al de Huerta Rufino. En total se
trasladarán 150.000 unidades documentales, en 3.000 cajas y
en seis envíos. La plantilla de la Biblioteca está ya
trabajando en la catalogación y empaquetado, y han comenzado
con el Fondo Patrimonial. En cuanto a las nuevas
instalaciones, que desde el jueves pasado gestiona la
Ciudad, el primer paso es poner en funcionamiento el agua,
la luz, las cámaras de seguridad, los ascensores y la
conexión informática.
El pasado jueves se recepcionó, por parte de la Ciudad
Autónoma, la Biblioteca Pública del Estado. A partir de ese
día comenzó una “puesta en marcha del edificio” que
concluirá cuando haya termino un traslado de documentos del
que se está encargando el director de la Biblioteca Pública
de Ceuta, José Antonio Alarcón, acompañado de su equipo.
El primer paso en el nuevo equipamiento de Huerta Rufino es
instalar la “seguridad”, seguida del agua y la luz. En lo
referente a seguridad se incluyen alarmas, cámaras de
vigilancia y ascensores. También esos primeros días se
instalará la fibra óptica y se pondrá a punto el sistema de
conexión informática, así como otras instalaciones de
cableado. “Es un edificio muy complejo, así que nuestro
personal estará unos días conociendo el edificio”, apunta
Alarcón.
A continuación, cada semana se irá contactando con cada una
de las empresas que han suministrado -ya están todas
contratadas y financiadas por el Estado- mesas, estanterías
y demás mobiliario. Una vez estén colocadas las estanterías
se podrá comenzar con el traslado de los documentos.
En total se trasladarán unas 150.000 unidades documentales.
Habrá 3.000 cajas y tendrán que realizar seis envíos,
explica Alarcón. “Enviaremos esas 3.000 cajas, las
vaciaremos, las volveremos a traer y las volveremos a
llenar”, concreta. Cada documento empaquetado estará signado
y se le pondrá un chip, porque una de las novedades de la
nueva Biblioteca será que, a diferencia de la actual -donde
a muchos documentos sólo se tiene acceso si se solicita
previamente-, en este nuevo complejo el lector dispondrá de
los libros y demás documentos a primera vista, lo que
requiere una catalogación “entendible” para el lector. “Cada
libro lleva un chip de radiofrecuencia, lo que permite que
al pasarlo por el lector se sepa toda la historia del
libro”. “Hasta ahora no había suficiente espacio y por eso
no podíamos disponer de la biblioteca en abierto que es como
son las bibliotecas modernas”, apunta el director.
El Fondo Patrimonial -libros de Ceuta y del norte de África,
prensa antigua, “antiguos, raros y curiosos”-, que
actualmente se ubica en la planta de arriba y que el lector
sólo tiene acceso previa petición, serán los primeros en ser
trasladados, puesto que su consulta es menos frecuente. A
partir del 20 de junio, fecha en la que los estudiantes de
Selectividad habrán terminado sus exámenes, se cerrará la
Biblioteca de la avenida de África y se iniciará el traslado
de la planta de abajo que es a la que actualmente tiene
acceso el lector. “Cerraremos sólo el tiempo indispensable
para trasladar la colección”, explica Alarcón. Una vez se
haya finalizado este trabajo, habrá que preparar la
colección. Por ello, el director espera que la Biblioteca
Pública del Estado pueda abrir sus puertas en una fecha de
entre seis y ocho meses. “Entre octubre y noviembre”,
adelantó el jueves la consejera de Educación, Cultura y
Mujer, Mabel Deu.
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La Ciudad convocará un proceso de movilidad para “al menos
12 plazas”
El Gobierno de la Ciudad Autónoma
no contratará personal externo para la nueva Biblioteca,
pero sí se convocará un proceso de movilidad interna para
“al menos doce plazas, más otras tres que ocuparán quienes
se queden en la antigua Biblioteca”, según explica José
Antonio Alarcón, director de la Biblioteca. “Ya hay una
plantilla de catorce bibliotecarios formados, pero a los
nuevos habrá que formarlos en medio de todo ese proceso de
traslado”, explica el director. “La mayoría de los que
estamos aquí abrimos esta hace 25 años y cargamos muchos
libros”, rememora Alarcón, quien explica que hay dos modos
de hacer este traslado: “Uno de ellos, que sería más rápido,
es contratando a personal externo, pero el otro, que es por
el que hemos optado por el ahorro que supone, es a través
del propio personal”.
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