Sr. Director
Decir que se no se va a hacer la ley del aborto que piden
los obispos o pedir que no se haga, es una simpleza tanto si
lo dice el gobierno como si lo pide la oposición. No estamos
ante un tema de Fe sino de buena fe en el sentido jurídico
de la palabra. Es un tema de razón, de sentido común y de
buena voluntad.
Toda ley sobre esta materia para que lleve a buen puerto
debe articularse en torno a dos preguntas: ¿Cuándo empieza
la vida humana? y ¿qué valor tiene la vida humana?.
El ADN del óvulo una vez fecundado por un espermatozoide es
distinto del ADN del padre y del ADN de la madre y este
hecho es capaz de soportar jurídicamente el desarrollo del
artículo 15 de la Constitución que dice que “Todos tienen
derecho a la vida”; máxime cuando en la investigación
policial se utiliza el ADN como elemento clave para
identificar al autor de un crimen.
Esta realidad que muchos quieren ignorar derrumba por
completo la Ley del Aborto de Zapatero del año 2010 que
proclama que el aborto es un derecho. El doctor Bernad
Nathanson, responsable de 75000 abortos, expone en varios
videos en youtube como usaron la mentira y la manipulación
para introducir el aborto en la sociedad americana y explica
finalmente como pasó de destacado abortista a abogado
pro-vida al introducirse nuevas tecnologías que permitían
estudiar y ver el feto en el útero materno.
Las constantes reacciones de la izquierda radical encabezada
por Elena Valenciano a favor del aborto y en contra de la
vida sólo se explican como una cruel “huida hacia adelante”
por razones ideológicas que da forma a aquel “seréis como
dioses” del Génesis.
Además de la nulidad de pleno derecho de la Ley del aborto
de Zapatero, lo que España necesita son políticas de apoyo
de todo tipo a la mujer embarazada para que no se vea
abocada a abortar.
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