Hoy es de esos días en los que
cuesta seleccionar el titular y posterior desarrollo de esta
columna. Hay “cacho” para seguir con la espesa y radical
secta del Tabligh pero… ¿merece la pena? Los “tablighi”
ceutíes están de capa caída y en retirada mientras su
ambicioso gurú, conocido adorador del Becerro de Oro, se ve
impelido a mostrar su jeta en un peculiar publirreportaje
publicado con un día de diferencia en dos medios de
comunicación de Ceuta, siempre Ciudad Querida, por el
reportero dicharachero G.T. (en realidad la autoría aparece
bajo seudónimo, pero no se engañen). Por cierto que ante las
coacciones y amenazas sufridas por el colectivo de
profesores del IES “7 Colinas” de parte de nuestro peculiar
Duque de Mollina y Emir de Kandahar (¡ah jai, chof!, ¿no me
digas que no te cubro de honores, eh paisa?), el “hermanito”
Laarbi Maateis y que han sido denunciadas ante el Juzgado,
el que está guardando un ominoso silencio al respecto según
me apuntan, indignados, bastantes profesores de la ciudad
afiliados a CCOO y UGT es el presidente de la Junta de
Personal Docente, Juan Luis Aróstegui, por otro lado y en
contraste locuaz diputado de la Coalición Caballas en la
Asamblea. ¿A qué viene tener tan cerrado el pico,
camarada….? ¿Para evitar que no te entre alguna mosca…
cojonera? Otro que tampoco ha dicho ni ésta boca mía es el
presidente de la FAMPA (Federación de Asociaciones de Madres
y Padres de Ceuta), el emboscado “tablighi” Mustafa Mohamed
Mustafa. Vamos, que hechos son amores y no buenas razones,
por consiguiente.
Otro posible tema de interés es la tendenciosa crítica
abierta a la Fundación Ceuta Crisol de Culturas 2015,
representada por el ex alcalde Fortes, sectariamente acusada
por una conocida diputada de “celebrar una matanza” (un baño
de sangre, vamos) por conmemorar la debelación de la ciudad
por tropas portugueses (transportadas muchas en navíos
vascos) allá por 1415, arrebatándola al sultán merinida,
dinastía también conocida como benimerines y quienes también
por cierto se la habían conquistado por las bravas a los
nasríes del Reino de Granada en 1327, digo. Claro que no hay
mejor palo que el de la misma madera y ha sido una
periodista caballa (también musulmana como la diputada)
quien, hábilmente y con buena pluma, ha enderezado las
tornas echándole por un lado un capote a la Fundación y, por
otro, poniendo las cosas en su sitio huyendo de victimismos
y manipulaciones sesgadas. Al fin y al cabo como adelantó
Karl Marx en “El Capital” (obra publicada en tres tomos,
entre 1867 y 1894 precedida de la “Contribución a la crítica
de la economía política”, editada en 1859), “La violencia es
la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva”. Y
si no que se lo pregunten a la tribu de los tamudeos,
hombres mujeres y niños exterminados en una orgía de sangre
en Madaen Saleh, actual Arabia Saudí, por el gran pecado de
adorar ídolos y matar a la camella milagrosa del profeta
Salih. La historia aparece en el Corán. Entren y lean.
En el vecino país, la noticia que sin duda ha caído como un
jarro de agua fría entre los confiados marroquíes es la
iniciativa norteamericana de ampliar la intervención de la
MINURSO, en el campo de los Derechos Humanos, a todo el
Sáhara Occidental: desde las autoproclamadas Provincias del
Sur para Marruecos (75% del territorio) a los campos de
Tinduf bajo control del Frente Polisario. La intención de
Washington, que será debatida mañana lunes por los quince
países miembros del Consejo de Seguridad (cinco de ellos con
derecho a veto) y votada el próximo jueves 25, ha
desencadenado una crisis nerviosa en Rabat donde, a mi
entender, se han precipitado en las decisiones adoptadas: la
primera rabieta ha sido suspender unilateralmente las
maniobras conjuntas Atlas León 2013, previstas desde hace
tiempo para finales de mes en Agadir y que involucraba a las
FAR (Fuerzas Armadas Reales) y al U.S. Army. En Rabat el
Parlamento anunciaba en una solemne declaración que “la
modificación del mandato de la MINURSO es una grave amenaza
a la entidad nacional”, mientras el ministro delegado de
Asuntos Exteriores, Yussef Amrani, advertía que la
iniciativa norteamericana cruzaba “una línea roja”. Por su
parte algunos partidos políticos estudian la posibilidad de
movilizar a la ciudanía ante legaciones diplomáticas yanquis
o, cuando menos, sacar a los enfervorizados ciudadanos de
inmediato a la calle, a ondear banderas y consignas, “¡Sí,
sí, el Sáhara marroquí!”: así un desconocido hasta el
momento Comité para la Defensa del Sáhara marroquí, convoca
para las 10.00 de hoy domingo una patriótica concentración
de repulsa ante la sede de la embajada norteamericana en
Rabat, Mientras, el activo titular de Exteriores, El Othmani
(posiblemente el ministro mejor valorado en el gobierno
liderado por el PJD), viajaba a Londres, Moscú y Pekín a
tantear qué se puede hacer. Fuentes consultadas por este
escribano del limes estiman, en la línea de las
declaraciones adelantadas en París por el embajador
marroquí, que dado el profundo entramado de intereses
económicos franceses en Marruecos, el Hexágono pudiera
atreverse a plantar cara al presidente Obama ejerciendo su
derecho al veto, posibilidad que ha sido descartada por la
diplomacia gala. Pero los caminos de la alta política son
casi como los de Dios, inescrutables. Ya veremos la semana
que entra. En cualquier caso el “Grupo de Países Amigos del
Sáhara Occidental” (entre ellos España), ya ha expresado su
total apoyo al enviado especial de las Naciones Unidas,
Cristopher Ross (cuestionado por Rabat y aceptado solo a
regañadientes), mientras sobre este enconado conflicto y
dada la deriva terrorista que sufre el Sahel (guerra de Mali)
se cierne un “diktat” del tipo “o lo tomas o lo dejas”, que
obligará a los tres actores en liza (Marruecos, Argelia y la
RASD, República Árabe Saharaui Democrática) a asumir una
resolución internacional de hechos consumados. A los amigos
hay que decirles la verdad aunque la verdad no sea de su
agrado y, en ésta línea, bien haría el Reino de Marruecos en
explorar una salida aceptable para todos: el juego de “todo
o nada” está obsoleto, el Proyecto marroquí de Autonomía es
claramente insuficiente. Y si el tiempo parecía correr hasta
el momento en beneficio de las tesis marroquíes, las tornas
se han cambiado. Soplan otros vientos. Bien haría Rabat en
adelantarse a los acontecimientos y mover ficha, con
sagacidad y coraje. Porque la alternativa…. ya saben: ¡la
violencia es la partera de la historia! Visto.
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