Cuando decido escribir acerca del
‘caso de los pagos indebidos a Urbaser’, denunciado por
José Antonio Carracao, inmediatamente se me viene a la
memoria la mejor frase del genial Groucho Marx:
“Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo
otros”. Que es, más o menos, lo que ha dicho Guillermo
Martínez para combatir el informe relacionado con los 12
millones de euros que le han dado de más a Urbaser, y con el
que se ha ido Carracao derecho a la Fiscalía. Para que ésta
decida.
El portavoz del gobierno local ha propalado que el próximo
informe contable será el bueno. Que el presentado por el
secretario general del PSOE -de Ceuta- es papel mojado.
Vamos, una birria de informe. Un papelucho de mala muerte
que le ha endilgado un técnico de poca monta, que hasta
puede que le tenga ojerizas al Partido Popular. ¡Qué arte…!
No podía yo imaginarme, ni por asomo, que GM tuviera
semejante sentido de la comicidad.
De momento, según he podido saber de buena tinta, hay un
funcionario que, en cuanto le han dicho que ha sido elegido
para hacer el informe de marras, le ha dado un ataque de
risa sardónica y se ha sentido tan mal como para meterse
entre sabanas. Lo que no me han confirmado es si cuenta con
la baja médica. Ya que conseguir tal requisito, actualmente,
está más difícil que hacerle ver a Mourinho que
Casillas no es el chivato oficial de Alfredo Relaño.
Tal y como están las cosas, y habiendo estado en la
conferencia de prensa que dio nuestro alcalde, el miércoles
pasado, no me extraña que en la calle la gente esté
alterada. Excitada. Y presta a decir impropios contra
nuestro alcalde y sus concejales. Y es que la gente, con la
que está cayendo, no entiende cómo es posible que se haya
podido regalar 12 millones de euros a Urbaser. Por la cara.
Por la jeta, etiquetada de error.
Y, lo que es peor, también de errores lingüísticos. He aquí
el ejemplo de lo dicho al respecto por Martínez, primero; y,
después, por Juan Vivas: “Podemos decir que no se ha pagado
a Urbaser un euro de más, pero le vamos a reclamar hasta el
último céntimo que le hayamos pagado de más”.
Con lo bien que nuestro alcalde y el portavoz del Gobierno
habían estado parafraseando a Groucho Marx, para delicia de
sus correligionarios, seguidores, y personas simpatizantes
con la causa de ambas lumbreras políticas, van y meten la
pata de manera tan escandalosa. Y han sido los dos, a pesar
de la gravedad del asunto, el hazmerreír de propios y
extraños.
Eso sí, los propios, si bien haciendo de tripas corazón, no
han escatimado elogios para nuestro alcalde y han puesto a
Carracao como chupa de dómine. Como si el socialista hubiera
cometido el desatino de entregarle 12 millones de euros, por
error (!), a Urbaser. Entre los propios, además de los
medios afines, está la Coalición Caballas. Sí, hombre, la
que maneja Aróstegui. Que, hasta el momento, no ha
dicho ni pío en relación con la pastizara entregada a
Urbaser por arte de birlibirloque. No vaya a ser que se
descubra lo que está por descubrir y se arme la de Dios es
Cristo.
En cuanto a mí, si no fuera porque le tengo cierta ley a
nuestro alcalde, me dejaría llevar por lo que me pide la
gente en la calle, que le diga que se vaya ya a su casa de
Estepona o dondequiera que la tenga, y se dedique a estudiar
poesía: género literario que le encanta. Para seguir
inmortalizando a la Ceuta marinera. Que le ha dado tanto…
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