El último robo del sector de la construcción se produjo
en la madrugada de ayer en un almacén de San Antonio. Los
ladrones se llevaron alrededor de 300 puntales valorados en
más de 4.000 euros y los escondieron a las faldas del Hacho
para más tarde llevárselos con furgonetas a plena luz del
día.
Los robos de material de obra son uno de los mayores
problemas con los que se están encontrando los constructores
ceutíes. Cada vez se producen más sustracciones de
maquinaria y material y ya son muchas las denuncias que se
acumulan en la Jefatura de Policía Nacional. El último robo
tuvo lugar durante la madrugada de ayer en San Antonio. El
afectado, Cristóbal Chaves, es el ex presidente de la
Asociación de la Construcción y ayer mostraba a EL PUEBLO
como los ladrones había acumulado decenas de puntales que
guardaba en un almacén al margen de las faldas del Hacho
para luego llevárselos, probablemente, a Marruecos.
Durante la noche, los ladrones se colaron por un muro a la
zona por donde se accede a un almacén donde Chaves guarda
material. Aprovechando el amparo de la noche, los cacos
fueron trasladando los puntales del almacén a las faldas del
Hacho donde se encuentra una zona asfaltada, con unos
escalones que les ofrecían la posibilidad de apilar el
material sin que este se pudiera ver desde la carretera.
Cuando Chaves llegó por la mañana hasta el lugar se dio
cuenta de que faltaban más de 300 puntales y los encontró a
la orilla de la carretera. El constructor acudió a denunciar
el robo y cuando regresó hasta el lugar donde se escondían
los puntuales, los ladrones ya se habían llevado parte de
ellos.
Chaves calcula que el valor del material que le sustrajeron
del almacén oscila entre los 4.500 y los 6.000 euros. El
constructor explica que cada vez son más habituales los
robos en las obras y que se llevan todo tipo de material,
desde cemento o arena hasta maquinaria como radiales o
trompos eléctricos. Al parecer, los ladrones envían a uno o
dos centinelas para vigilar las obras y ver de qué manera se
puede acceder a ellas. Una vez que estudian la situación,
llegan con las furgonetas para hacerse con el material que
luego reutilizan en Marruecos o incluso lo venden para
chatarra.
Además del material de obra, los bolardos y las
alcantarillas son otros de los objetivos que persiguen estos
ladrones. Chaves asegura que cada vez los robos son más
descuidados y que ahora incluso cargan material a plena luz
del día. Este constructor señala que después es muy difícil
dar con los autores del robo, aunque no entiende por qué no
se aumenta la seguridad en el Tarajal para impedir que el
material pase a la frontera. “Si son capaces de llevarlo a
Marruecos ¿qué pasa en la frontera?”, cuestiona Chaves.
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