En veinticuatro horas, todo el “aparato” del Partido Popular
de Ceuta se ha puesto en marcha. Y para subsanar o ponerle
sordina a la espoleta que puso como una bomba sobre la mesa,
el líder socialista José Antonio Carracao, mostrando un
informe técnico en el que se delataba un exceso de 12,5
millones de euros (2.100 millones de las antiguas pesetas),
una friolera que ha sido calificada como “un error” por
parte del Gobierno y que lo ha puesto tan nervioso que, para
subsanarlo a efectos mediáticos, ha sacado a todo su equipo
titular al terreno de juego, si hablamos en términos
futbolísticos: el martes habló el portavoz del Gobierno,
Guillermo Martínez, reclamando prudencia, ayer lo hizo en
sesión matinal el propio presidente y en sesión de tarde, la
Secretaria General del partido, Yolanda Bel y, por si no era
suficiente, el vicesecretario de Comunicación, Emilio
Carreira.
Todos para mentir, falseando la realidad, y atribuyendo el
informe a una petición expresa del Gobierno cuando no es
cierto, aparte de las bravuconadas retando a Carracao a que
de nombres y apellidos de los corruptos “peperos” y Carreira,
en su ejercicio de habilidad dialéctica, diciendo que ya nos
hemos olvidado del GIL que se fue, como si un alto
porcentaje de su Gobierno no procediera con ADN “gilista”.
Solo hay que observar quienes acompañaban al Presidente
Vivas durante su comparecencia de ayer: Guillermo Matínez,
Susana Román y Paco Torres.
En esta vorágine de farsas y mentiras, vamos a explicar,
punto por punto, cómo se genera el polémico informe que ha
dejado a más de uno y de una descuadrados.
Ayer, tanto el Presidente Vivas como Yolanda Bel afirmaron
que, ante el conflicto con Urbaser que no quería entregar
las maquinarias, se encarga el informe motivo de polémica,
planteamiento absolutamente falso, ya que si bien es cierto
que, inicialmente Urbaser se negaba a entregar la
maquinaria, tras serle requerida por Guillermo Martínez con
acta notarial de por medio, se solucionó el problema. Así,
el 30 de enero, se produce la entrega formal. Urbaser lo
hace a la Ciudad y ésta a la nueva empresa adjudicataria,
Trace.
Una vez solucionado ese conflicto inicial, el asunto llega a
Patrimonio y es donde el técnico en gestión contable para
evaluar cuánto valen los camiones amortizados con dinero
público, se pregunta cuánto se ha pagado por ellos en las
distintas certificaciones por amortización.
Con no pocas dificultades por las trabas con las que se iba
encontrando, el técnico en cuestión, recopila información y
se percata que en el 17 de mayo del año 2001 se encarga una
Auditoria a la empresa Ernst&Young con el objeto de analizar
la idoneidad técnica y económica de la modificación del
restructuración del servicio de agosto de 2001 en relación a
la propuesta económica presentada por Urbaser relativa al
precio de adquisición de maquinaria.
De esa Auditoria, Ernst&Young entregó en su día a la Ciudad
copias originales y el técnico en gestión contable que
elabora el informe motivo de polémica se interesa por ellas
no encontrando ninguna. Curiosamente habían desaparecido
todas. No obstante, tras revisar cajones, finalmente se
encuentra una fotocopia de la citada Auditoria. Es a raíz de
ese instante, cuando se podía ya calcular mediante el
procedimiento técnico correspondiente lo que se ha pagado
por la Ciudad en concepto de amortización de maquinaria a
Urbaser y es el propio funcionario, quien llevado de su celo
profesional, el quien elabora ese informe.
De manera que, nadie en el Gobierno de la Ciudad encargó
ningún informe ni expediente. Muchos nos tememos que, a poco
que sigan insistiendo en sus mentiras los miembros del
Ejecutivo y del Partido Popular, el técnico en cuestión, en
gestión contable podría contar de pe a pa, toda la verdad.
Nadie se ha preguntado ahora, si se produjera un careo entre
el consejero de Economía y Hacienda y ese técnico cómo
quedaría de mal parado Guillermo Martínez.
El Gobierno está mintiendo descaradamente sin calcular el
alcance de sus propias mentiras y qué desenlace tan
desagradable podría tener para el propio Ejecutivo,
empecinado en engañar y mentir por sistema en este asunto.
Lo anecdótico, el tratar de ridiculizar a José Antonio
Carracao, el hablar de lo que no corresponde, son cortinas
de humo, chascarrillos, muy propios de barra de bar pero no
de un asunto tan serio como éste. Quedarse en los
superficial, utilizar maniobras de distracción es una forma
de engañarse el propio Gobierno con sus mentiras.
Que no le dé por hablar al técnico que ha elabora el informe
tan brillante –en versión Juan Vivas-, porque pudiera darse
un escándalo mayúsculo. No se puede enmarañar todo con
falsedades. Yolanda Bel aludió a la verdad, la lógica y los
hechos. Pues bien: la verdad no la están diciendo, la lógica
la dejan en muy mala situación y los hechos, por el momento
han dado lugar a que para contrarrestar la denuncia de
Carracao (al que tanto han querido ridiculizar), han debido
de salir a la palestra, cuatro “pesos pesados” del Partido
Popular: su presidente, su portavoz, su secretaria general y
su vicesecretario de Comunicación. Todo un “arsenal”
político para replicar a una “carracada”. Demasiado ruido,
si en verdad hay tan pocas nueces.
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