El Gobierno de Juan Vivas continúa con sus burdas mentiras.
Una vez que ha sido descubierto por un funcionario el
“desaguisado” de los pagos por amortización de maquinaria a
Urbaser durante diez años, tras ocultarlos de manera muy
sibilina, ahora se ha preocupado de intentar minimizar este
clamoroso escándalo político-económico (que veremos a ver
donde termina), recurriendo a sus medios afines y así se
explica que, tras tener conocimiento por José Antonio
Carracao el propio Juan Vivas de la documentación que tenía
en su poder, desde el “aparato” del Gobierno se preocuparon
por mover sus hilos para que un nuevo medio afín, diera la
versión oficial que interesaba dos horas antes de la
comparecencia de prensa del secretario general del PSOE.
El primer paso dado ayer por el Gobierno de Vivas fue
arrogarse, falsamente, la iniciativa de encargar el citado
informe, cuando la realidad es que fue realizado por
iniciativa del técnico de gestión contable, procurando dar
visos de normalidad a una situación tan grave. Un asunto
ocultado desde el 20 de marzo fecha del informe y que hasta
ayer, 16 de abril no vió la luz. Mientras se ha tratado de
desacreditar el trabajo del aludido funcionario y, a la vez,
se dice que se ha encargado un “contrainforme” como si fuera
tan fácil desmontar una documentación sólida.
La intentona de que los medios afines den el enfoque que el
Gobierno quiere, tuvo su inicio ayer y también lo veremos, a
buen seguro, hoy. El medio oficial de Caballas, como signo
inequívoco del pacto también oculto entre Partido Popular y
Caballas, ya hizo su “trabajo” ayer, incluso al término de
su comparecencia de prensa, Guillermo Martínez llamó a uno
de los redactores de ese medio para despachar con él en
privado y darle las instrucciones de rigor.
El “trabajo” ahora es tratar de desvirtuar, manipulando al
máximo, para que el informe hecho público ayer por el PSOE
quede como si no tuviera validez y procurando dar visos de
normalidad a una situación tan rocambolesca y problemática,
de la que resulta extremadamente difícil salir, ya que en
nada tienen que ver los conceptos de amortización con los
devengos a los trabajadores y lo cierto es que se han
abonado unas cantidades del erario público que no se
corresponden con la amortización real de unas maquinarias. Y
no caben mezclar conceptos porque en nada corresponde
compensar por aquí y por allá de manera chapucera.
El hablar ahora desde el Gobierno de que se va a
confeccionar un tercer informe es intentar vender humo,
echar balones fuera y confundir. Lo que se ocultó durante
diez años ahora salió a la luz pública y, si alguno o
algunos, han tenido algo que ver con esta anomalía, deberían
estar muy preocupados por el final que pudiera tener este
asunto. Estamos hablando de 12,5 millones de euros con la
que está cayendo en España a causa de la crisis y los
escraches a políticos, nos parece un abuso que se esté
actuando con tanta impunidad.
Ese exceso económico millonario ha tenido que ir a parar a
algún sitio o se ha tenido demasiada generosidad en abonarlo
sin las comprobaciones pertinentes. Una conducta nada
prudente y sí muy negligente o tolerante o permisiva o
irresponsable. El qué, el quien, el cómo, el porque y el
para qué, las famosas interrogantes anglosajonas, deberían
desvelar el “leit motiv” de esta tramoya tan esperpéntica
como burda con unos personajes de sainete en un asunto tan
serio como la gestión de los fondos públicos sin sentido de
la medida ni del control.
¿Cabe mayor desfachatez que unos políticos tan
manipuladores? De los 12,5 millones de euros alguien ha de
responder. No es tolerable ni políticamente asumible como
tampoco a efectos legales, que tal cantidad no tenga el
soporte contable que requiere. Y el técnico en gestión
contable que ha firmado el informe que tanto preocupa al
Gobierno ha puesto una “bomba” encima de la mesa del Consejo
de Gobierno que puede estallarle a alguien en la cara. Por
mucho que se quiera disimular, distraer la atención o
manipular a éste o aquél medio. Son demasiados millones para
ocultarlos. Lo han podido hacer durante diez años pero ahora
florecen como las margaritas en primavera. Que cada palo
aguante su vela.
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