Ha dicho Mariano Rajoy que el 2013
se trata de un año “duro”, pero se ha mostrado convencido de
que el 2014 España “crecerá con claridad y empezará a crear
empleo” según comentó hace unos días a los miembros de la
Junta Directiva Nacional del Partido Popular reunidos en
Madrid. Y siguió anunciando que los españoles notarán
resultados tangibles de los sacrificios que han hecho si
mantienen “el rumbo”, “no se distraen” y “no hacen caso a
los cantos de sirena”.
De momento, ya le ha salido un respondón que, como el dicho
aquel del jorobado que no ve su joroba pero si las de los
demás, no ha tardado en considerar una “confesión de
impotencia, de resignación, de brazos caídos”, algo así como
“esto es lo que hay en el tema mas importante que es el del
desempleo”. Se trata, como habrán adivinado nuestros
lectores, de Alfredo Pérez Rubalcaba, ex miembro del
gobierno que nos llevó a los cinco millones de parados, nos
dejó un déficit público del 9 %, una crisis del sector
financiero, ausencia de competitividad de la economía y los
problemas de la deuda externa.
Y quiérase o no Mariano Rajoy ha logrado estabilizar la
situación económica española y superar momentos críticos: la
crisis de la deuda soberana de junio y la crisis financiera
de abril. Todo ello, según podemos entresacar de su
exposición a los miembros de la Junta Directiva Nacional del
Partido Popular, “lo hemos superado y fuimos capaces de
aguantar la situación, que sigue siendo difícil, pero ya
menos que en aquellos momentos”.
En otro pasaje de su intervención, el presidente del
gobierno ha asegurado que algunos efectos de estas medidas
ya se observan, como el sector exterior o la reducción del
déficit, pero no llegan a los ciudadanos, aclarando que las
“positivas y tangibles” llegaran en 2014. “La economía
española crecerá con claridad y comenzaremos a crear empleo,
y los españoles notarán resultados tangibles de los
sacrificios que han hecho”.
Tienen muchos españoles cuestiones importantes que resolver
como son el de las imposiciones preferentes o el de los
desahucios, problemas sobrevenidos que no supieron atajar
gobiernos anteriores, sean den color que sean, y que ahora
vienen como caídos del cielo a las espaldas de Mariano Rajoy.
Estas cuestiones, como la creación de empleo, erradicar la
corrupción y devolver a la ciudadanía la confianza en la
clase política, son tareas que tiene encomendadas el
presidente del gobierno y que deberá abordar con prontitud y
resolver satisfactoriamente si quiere que los españoles
volvamos a retomar la esperanza en la acción política y, por
ende, en el gobierno que la ejerza.
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