El turista ha dejado de buscar sólo destinos de sol y
playa para apostar por un turismo de ‘experiencias’. Ante
este cambio de tendencia, desde Paradores también han
comenzado a modificar sus productos para adaptar los precios
y la oferta y así lo explicaba ayer a El Pueblo el director
general de la red, Juan José Zaballa, que visitó Ceuta para
comprobar la situación del Parador ‘La Muralla’. Zaballa
habló de la necesidad de acometer reformas para “darle un
giro a la cuenta de resultados” del hotel que durante los
últimos cinco años ha perdido 10.000 habitaciones y 6.000
cubiertos. A nivel nacional, el objetivo de Paradores es
“homogeneizar” su oferta y recuperar a los clientes
españoles que se han perdido como consecuencia de la crisis.
Pregunta.- ¿Cuál es el motivo de su visita a Ceuta?
Respuesta.- Es una visita evaluatoria para ver la situación
del Parador ‘La Muralla’. El nuevo director acaba de
incorporarse y es el momento oportuno para saber cuál es la
labor que tiene por delante. Este parador tiene importantes
problemas de infraestructura y venimos a ver cuál es su
alcance y si podemos buscar algún tipo de solución.
P.- La Muralla ¿tiene prioridad para ser el próximo
parador de la red en el que se acometan reformas?
R.- No tenemos un criterio de prioridades, no hay paradores
de primera, segunda o tercera. Lo que hay es paradores que
con un poco de dinero pueden ganar mucho más y otros que con
mucho dinero no. En el caso de Ceuta, si somos capaces de
obtener los recursos, cosa que en estos momentos es la
auténtica dificultad, estaríamos en buenas condiciones para
darle un giro a la cuenta de resultados.
P.- ¿Qué reformas habría que acometer?
R.- Toda la parte de la cubierta de la bóveda, sería
prioritario. Después, un remozamiento y una actualización de
instalaciones sería muy positivo.
P.- El sector turístico está inmerso en una crisis en el
que las caídas de ventas parecen no cesar, ¿cómo se debe
afrontar este momento?
R.- Desde el punto de vista de Paradores se afronta con un
criterio de red. Estamos convencidos de que somos capaces de
generar un producto que tenga aceptación por parte del
cliente, pero para ello tiene que ser homogéneo. El cliente
tiene que ver que sus necesidades son satisfechas de la
misma manera en un establecimiento u otro de la red. Uno de
los objetivos básicos de nuestra política es precisamente
homogeneizar la oferta en términos de calidad, respetando
peculiaridades locales como es la gastronomía. Este es el
primer objetivo, que exige inversiones, esfuerzo e
imaginación, porque ahora tenemos una red muy heterogénea.
P.- La red incrementa este año un 200% su inversión en
promoción, ¿hasta que punto es importante esta labor para
una empresa que, a priori, parece consolidada en el sector?
R.- Tenemos dos serios problemas. Uno, de carácter
coyuntural, es que las difíciles circunstancias laborales
por las que atravesamos a finales de año han transmitido la
idea de que estamos cerrados y hemos reducido la calidad de
la oferta. Necesitamos deshacer esa idea. Por otro lado,
nosotros tenemos un 70% de clientes que son españoles y un
30% que son extranjeros. La idea de calidad está consolidada
entre los españoles, pero aspiramos a incrementar la cuota
de clientes extranjeros porque, en estos momentos de crisis
en el mercado interior, el exterior es fundamental y nos
aporta más clientes con una alta capacidad adquisitiva. En
consecuencia, esa campaña promocional queremos que tenga un
fuerte componente hacia el extranjero.
P.- Como consecuencia del ERE se planteó cerrar el
restaurante de La Muralla, aunque ahora se ha optado por
reformar su oferta gastronómica, ¿está asegurado el futuro
del restaurante?
R.-En estos momentos no hay duda alguna de su futuro y se
pretende que la oferta sea más y mejor. Este parador ha
pasado de ganar 600.000 euros a perder 700.000 euros. Hemos
perdido, en cinco años, 10.000 habitaciones y más de 6.000
cubiertos, así que la caída ha sido muy importante. No
obstante, nosotros creemos que con la reducción de costes
vamos a frenar esa evolución. Además, el compromiso del
director es intentar mejorar la situación del Parador ‘La
Muralla’ en un plazo relativamente corto y al reducir costes
se pueden poner precios de venta más asequibles para
dinamizar la actividad.
P.- La clave de la recuperación, ¿es el cliente
extranjero?
R.- No. El cliente extranjero es una de las variables, pero
no podemos depender exclusivamente de él porque es muy
difícil conseguir atraer a un cliente nuevo que no te
conoce. Aunque, a medio plazo, la estrategia de la compañía
pasa por cambiar esa ratio de clientes para aumentar el
porcentaje de extranjeros, a corto plazo el crecimiento va a
tener que fundamentarse en el cliente que nos conoce, y ese
es el español.
P.- En la pasada edición de Fitur Paradores puso a la
venta las cajas de experiencia ‘pausa’, ¿en qué consiste
este producto?
R.- Es una caja de experiencia que todos hemos visto en los
grandes almacenes y nosotros lo hemos creado para la red de
Paradores. Se pueden adquirir diversas combinaciones de
producto: cena con habitación, cena romántica, etcétera. La
idea es que sea un producto para regalar.
P.- ¿Hacia donde va el turismo en España y qué demanda el
cliente?
P.- El cliente se ha sofisticado mucho. Ha superado la etapa
del consumo de sol y playa y está pidiendo otra serie de
productos. En España, tenemos una ventana de oportunidades y
en el periodo de unos diez años debemos cambiar nuestro
modelo de turismo, que ahora está centrado en sol y playa, a
otros productos más sofisticados. Dentro de ese periodo
surgirán otros destinos de sol y playa que competirán en
calidad y precios con nosotros. Por eso, opciones como la de
este parador que ofrece turismo cultural, urbano, náutico,
son el futuro. Tenemos un tiempo para mutar nuestro modelo
de turismo, y la opción de Paradores es muy inteligente.
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