Cuando la pena nos alcanza , con
el adiós dolorido, por un compañero perdido, busca en la fe
su esperanza, con la estrofa agarrada en mi garganta de la
muerte no es el final, aqui te traigo Alfonsito, el articulo
que quizá nunca me podía imaginar, porque fuiste el
referente, desde que entré por las puertas, y me las abriste
de Cruz Roja del Mar.
Como dolía no creerme que eras tu, y tener que meterme en el
agua a unas practicas, si esas aguas que tanto amabas,
fueran tu paraíso y tu cruz, pero como la montaña al
montañero, la arena al torero, la mar al marinero, fueran la
vida y la muerte, la alegría y el adiós.
Alfonsito, como te conocíamos todos, me abriste la puerta
una mañana de Julio de 1985 , con tu traje de faena y tus
galones de Cabo, hasta que empecé a ver tu silueta de Patrón
curtido en las labores de Nivel C, a lo que era una elegante
embarcación, de color rojo a estrenar, con nombre de
Presidenta, Cristina, y en las bandas las leyendas de Cruz
Roja del Mar.
La travesía del Estrecho en Piraguas, y que tu zodiac nadie
te la tocara, con la quilla y la proa, desafiando al sol,
siempre me decías, Chellarám agarrate, que los lobos del
mar, desafían al Poseidón de los mares.
La travesía de Navidad, donde hiciste gala de unas pericias
y experiencias, desafiando al levante, por fuera de la
bocana y nos veíamos todos, haciendo ese adiestramiento,
antes de irnos al CIM de San Fernando.
La Operación Paso del Estrecho, donde ya licenciado, lucías
galones de Oficial de La Agrupación a Flote, y tantos
Ejercicios, Salvamentos y Socorro, te ofrecías aunque
estuvieras paseando con tu novia en tu Seat 127 amarillo, en
las noches agosteñas, donde para ti no valían simplemente
aquello del Sacrificio y la Abnegación.
Chiquirani Wesmiuler, me bautizaste una de las veces, cuando
me tiraste al agua, tanto presumir yo, con mis gafas de
Corrupcion en Miami en la Ribera, buscando novias perdidas,
luciendo a los atardeceres de los Puestos de la Ribera y del
Chorrillo.
Mis galones de viudo, galones de marinero raso, fuiste la
modestia y la valentia, ante la llegada de Tito Cuadra,
cuando la desbandada general con el cese de Miguel Angel
Vallejo, y decir, simplemente voluntario, socorrista y
Patrón, aqui con tantos años, sin novedad en formación.
La Yenka, aquella hembra de doberman, con los colmillos de
canino feroz, que era nuestra guardia y nuestra custodia, y
las risas de noches de reuniones, donde nuestra Estación, no
se encontraba de rejas, alambradas y rotondas, para olvidar.
El dia del examen, que este que escribe, me ayudaste a
manejar la embarcación, y que aquello fuera como la seda, si
me dijeran si con Alfonsito, vas aprobado antes de salir en
la practica, por el Trafico Interior del Puerto.
El susto del radio-cassette-televisor, que escondió Alfa
Lima, de aquel verano de Paso del Estrecho, antes que
llegaran las rejas a las ventanas, y como te escondíamos los
rizos de tu pelo, cada vez que no querias pasar por la
peluqueria, si tocaba revista general, pero teníamos que ir
a bailar al Candelero.
Sirius, Dubhe, Merak y Cristina, siempre fueron los nombres
de las embarcaciones, de las zodiac, que te colgabas de la
grúa, y ya estabas suspendido en el aire, esperando que la
quilla besaran sus aguas, y el mimo y el cariño, con que las
recogías para subirlas bragadas al enjaretado del Hangar de
la Base.
Hoy recuerdo que siempre me decías, al cruzarnos por las
calles, Chellarám, como que sigues teniendo cuerda para rato
para las vivencias de Cruz Roja del Mar...
Hoy traigo aqui, todo lo bonito que nos diste, aquel
espiritu batallador, aquella fuerza, aquella identidad con
la Cruz Roja, donde te pasaste la infancia, la juventud y la
madurez, al mando del timón, y surcando aguas del litoral y
avanzando al Estrecho, al valor y al sacrificio.
Duele , mas escribir que aquella tarde , tanto que
socorriste, tantas llamadas, tantas salidas, fueras a
agruparte al cielo, si a la Virgen del Carmen, ahora que le
diga yo, si la quiera menos , porque te fueras, a prepararle
la travesía, si cuando te vea Don Ignacio, Don Humberto, mi
Purito, y tu compañero de curso, Francisco Borrego,
dijerais, pero que tenemos, que poner un dos por ciento , de
mezcla, para el combustible, para la embarcación, cabos y
pertrechos, arranchado del hangar, que alguien , nos llama y
tenemos que zarpar, así era, así fué, Alfonsito, Charlie
Romeo For, pero más bonito era tu indicativo, ALFA HOTEL, la
alegría, el entusiasmo y el referente de CRUZ ROJA DEL MAR.
- A la memoria de mi Cabo, Oficial y Compañero, llamamiento
1º/84 , Alfonso Hossain Muñoz, de la Agrupación a Flote de
la Brigada Naval de Salvamento CECOMAR CEUTA.
|