Ayer sábado El Cairo amenazó entre
una densa calima, con el sol pugnando por abrirse camino
mientras el viernes al atardecer, en los cuidados jardines
de la Opera en la isla de Gezira, no estaba de más ponerse
una ligera chaqueta ante el relente del ambiente. Claro que
estamos a mediados de abril y la temporada cálida está aún
por caer. Por la mañana y visitando la Catedral de San
Marcos en Abbasiya, corazón del cristianismo ortodoxo y
referente indudable para toda la cristiandad de Oriente
Medio, aun eran visibles los destrozos causados el pasado
domingo 7 (cristales rotos, incendios parciales, manchones
en el pavimento…) por las bandas armadas salafíes en un
premeditado ataque que no ha tenido nada de casual, incluida
la pasividad y parcialidad de la policía y que solo ha sido
posible con la connivencia del Gobierno egipcio, controlado
por la secta de los Hermanos Musulmanes. ¿Y las palabras del
presidente Mursi…..?: “Cualquier ataque contra la catedral
es un ataque contra mi persona”. Otro brindis al sol
desmentido por los hechos, una mera frase cara a la galería
propia del continuado chorreo de mentiras compulsivas que
caracterizan el discurso de los Hermanos Musulmanes,
preclaro exponente del islamismo sectario y radical que,
tras fagocitar el Espíritu de la Plaza Tahrir (la pacífica
revolución egipcia del 25 de enero 2011, aun en marcha) en
beneficio propio, está hundiendo éste gran país en la
miseria y el sectario y larvado enfrentamiento social entre
sus ciudadanos. ¿Acaso no mandó “Egipto a la mierda” (la
frase es literal) uno de sus oscuros líderes, Mahdi Akef, ex
responsable del movimiento (“El Guía) antes del actual,
Mohamed Badee?. En la misma línea, “Iros a la mierda
vosotros y vuestros muertos”, graznada por un alto oficial
de policía al pedirle los coptos que organizara el cruce de
la calle para el paso del cortejo fúnebre, a la salida de la
catedral, fue uno de los detonantes del brutal ataque, algo
singular y un paso más en la escalada de acoso pues pese a
los asesinatos de coptos y la destrucción de iglesias, la
catedral y la sede del papa ortodoxo nunca habían sido,
hasta el momento, violentadas. Esto ha pasado desde la
asunción del gobierno por los Hermanos Musulmanes, lo mismo
que el descontrol del mensaje religioso (sermones
incendiarios desde muchas mezquitas) o la manipulación de
las dúctiles mentes de niños y adolescentes en escuelas y
colegios… Éste es siempre el primer paso (y en el estamos
por cierto en Ceuta y Melilla), de manual, en cualquier
latitud así como en ciertas barriadas (Cataluña y Levante
sobre todo) del resto de España: la islamización radical
previa de la sociedad musulmana, antes de pasar al ataque.
El lema de los Hermanos Musulmanes, escrito bajo dos espadas
cruzadas (simbólico mensaje), es premonitorio: “Preparaos”.
Prepararse…. ¿para qué?.
Pero sigamos con los acontecimientos del pasado domingo que,
afortunadamente y pese a que previamente y en una estudiada
táctica habían sido anuladas las cámaras de seguridad (el
único muerto musulmán fue un conocido criminal,
electrocutado al cortar el cable de una de una de ellas),
desde sus estudios en el quinto piso del Centro Cultural
Copto Ortodoxo el canal de televisión MESAT grabó fielmente
todos los pasos del ataque, que fueron entregados DVD en
mano por el obispo Jeremías a los tres sorprendidos
ayudantes de la Presidencia (Emar Abdel Gafour, Fakinan El
Sharkany y un tal Ayman), enviados por el camaleónico Mursi
el lunes… y que no contaban con ello. Mensajeros que se
vieron obligados, dadas las pruebas aportadas, a decir que
las imprudentes palabras de Essam Haddad nada más,
¡atención!, comenzados los disturbios el domingo fueron
hechas “a título personal” y que “solo él era responsable de
las mismas”. Ya. Hadad es, nada menos, que el consejero del
presidente Mursi para asuntos exteriores…. Les cuento lo que
ladró la criatura ¡y sigue en su puesto!: tras comenzar el
ataque a eso de las 14.30, en su cuenta de Tiwter el
consejero Haddad aseguró que los coptos estaban atacando el
barrio, quemando coches…. y que los musulmanes debían
movilizarse “para defenderse”. Curiosamente y en las
inmediaciones estaban apostadas desde hace tiempo las
milicias salafíes, equipadas con armas blancas y de fuego,
que tomaron por asalto el recinto catedralicio, ¡hay fotos
de conocidos individuos disparando!. ¿Y la policía de Mursi….?
No solo evitó contener a los asaltantes, sino que contribuyó
al ataque lanzando decenas de gases lacrimógenos dentro del
espacio de la catedral, ¡hasta la misma entrada de la
residencia del papa! Curiosa policía ésta. Veamos los
tiempos: comenzado el ataque a primeras horas de la tarde
(14.30 hora local, dos horas menos que en España salvo
Canarias) el presidente Mursi telefonea al papa Tawadrouss
II contándole la conocida milonga, asegurando además la
protección… ¡y el brutal ataque y posteriores
enfrentamientos duraron hasta casi medianoche!. Miles de
coptos pasaron la noche refugiados dentro, acompañados en su
miedo y dolor por centenares de conciudadanos musulmanes que
habían acudido a las exequias manifestando su solidaridad.
Musulmanes que, no solo pasaron la tensa velada junto a los
cristianos sino que también hicieron sus rituales,
abluciones y rezos, en el recinto catedralicio en una
hermosa muestra de convivencia. En síntesis y para que me
entiendan, a pie de obra desde El Cairo y verificando los
hechos: el brutal ataque contra la catedral de San Marcos ha
sido estratégico, estudiado y como me señalan fuentes
egipcias de absoluta solvencia (musulmanas y cristianas)
“organizado por adelantado y ejecutado bajo la
responsabilidad del ministro del Interior y el visto bueno
de la Presidencia actual”, “solo así se comprenden los
acontecimientos”. Los Hermanos Musulmanes tienen claro el
final del camino: una teocracia religiosa, regida por una
estricta sharía y un eventual califato. ¿Alternativas para
los coptos…?: la forzada conversión o el prudente exilio.
¿El objetivo último de los islamistas en Egipto….?: ¡el
control de la Universidad de El Azhar!, ya se están dando
los primeros movimientos.
No se engañen: no es éste un conflicto entre musulmanes y
cristianos. ¡Es una guerra entre el islamismo y la sociedad
egipcia!. Ni Hermanos Musulmanes ni salafíes aceptan
gobiernos que no sean el suyo. El jueves, el Sindicato de
Periodistas mostró su solidaridad con los cristianos y ayer
sábado en El Cairo cuatro manifestaciones ¡de musulmanes!
salieron también a la calle en apoyo “de la Catedral” (sic),
mientras el valiente imam Mazhar Shahin, de la mezquita Omar
Makram en plena plaza Tahrir, no deja de solidarizarse en
apoyo de los maltratados cristianos… y de la acosada
Universidad del Azhar. Visto.
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