El XVIII Congreso Nacional de los Bancos de Alimentos que
ha venido celebrándose en Barcelona desde el pasado viernes,
quedó clausurado ayer con la elaboración de una serie de
líneas maestras centradas en evitar el despilfarro de
alimentos que se produce en España y con la mirada puesta en
las ayudas de la UE.
La Federación Española de Bancos de Alimentos clausuró ayer
su XVIII Congreso, el cual dio comienzo el pasado viernes y
ha congregado una representación bastante amplica de todos y
cada uno de los 55 bancos de alimentos que se encuentran
repartidos por el territorio español
El Banco de Alimentos de Ceuta ha estado representado por su
presidente, Pedro Mariscal Rojas, su vicepresidente, José
González Torres, su tesorero, Lucio Lázaro-Carrasco Mata y
su secretario, José Javier Naranjo del Rey, ya que los
asuntos a tratar durante estos tres días estaban
directamente relaccionado con cada una de las citadas áreas.
Además hay que resaltar que el tesorero del banco ceutí fue
nombrado interventor general del XVIII Congreso Nacional de
Bancos de Alimentos.
Tras tres días de jornadas de trabajo muy intensas
celebradas en el Palacio de Congresos de Gerona, ayer se
redactaron las conclusiones obtenidas después de haber
abordado importantes temas de gran actualidad, estando
centrado principalmente en el importante despilfarro de
alimentos que hoy por hoy existe en España así como el
programa europeo de ayuda para los más necesitados que se
llevará a cabo en 2014 y donde Bruselas quiere rebajar en
mil millones de euros la ayuda en alimentos a los más
necesitados con el fin de desviar dicho dinero a otras
cuestiones. Además, durante el congreso cada banco de
alimentos ha realizado un balance del trabajo realizado
durante 2012 y los objetivos marcados para 2013.
Con respecto a la primera de las cuestiones, ha quedado
patente España es uno de los países donde más se despilfarra
alimentos, contabilizándose alrededor de 7.700 millones de
kilos de alimentos a la basura, lo que viene a suponer unos
190 kilos de alimentos por personas y por mes, una cifra 80
veces superior a la cantidad de comida que reparten los
bancos de alimentos y con la que se podría alimentar a
muchos hogares que están pasando serias necesidades.
En cuanto a la segunda de las cuestiones, Mariscal Rojas
solicitó a los políticos ceutíes a apoyar a los Bancos de
Alimentos para que en Bruselas se apruebe la cantidad
inicialmente fijada para alimentos, 3.500 millones de euros
y no la reduzcan en 1.000 millones de euros. Así pues, la
economía fue otro de los ejes del congreso, ya que la UE
tiene previsto reducir las ayudas a los bancos de alimentos
dado que, además de disminuir su importe, “se diluirán en un
fondo de cohesión social que abarcará distintos ámbitos, no
sólo la alimentación”. “La alimentación es vital: no es sólo
llenar el estómago, sino que afecta al desarrollo
intelectual y a las defensas ante distintas enfermedades”,
manifestó el presidente del Banco de Alimentos quien aseguró
que estas ayudas que se perderán por parte de la UE deberán
suplirse de alguna forma e insistió en que los bancos de
alimentos siempre han dependido de la solidaridad de los
ciudadanos, más que de los fondos públicos, de ahí que
hiciera un llamamiento a las empresas alimentarias para que
no donen sólo lo que les sobra, sino que también ayuden con
más comida “dentro de programas de responsabilidad
corporativa”.
Finalmente, una vez clausurado el Congreso, hoy será una
jornada de visita cultural por la ciudad donde acudirán a
Monserrat donde se oficiará una misa en el santuario.
Igualmente el pasado viernes, el obispo auxiliar de
Barcelona ofició una eucaristía en la Basílica de la Sagrada
Familia como bienvenida a todos los participantes al XVIII
Congreso del Banco de Alimento.
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