PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 11 DE ABRIL DE 2013

 

OPINIÓN / AL SUR DEL SUR

El acólito que deseaba convertirse en diácono
 


Juan Carlos Trujillo Muñoz
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

El acólito, en el caso que nos ocupa, es un ministerio de la Iglesia Católica cuya labor es ayudar al diácono atendiendo en el altar y ayudando al sacerdote durante las celebraciones litúrgicas, especialmente durante la Misa. Por tanto, la pretensión de todo acólito es alcanzar la categoría superior de diácono, entendiendo a este como la imagen sacramental de Cristo servidor. Un diácono es un ministro eclesiástico que recibe el grado inferior del sacramento del Orden Sagrado por la imposición de las manos del obispo. En ambos casos, representantes de la Iglesia Católica.

El diácono sirve al pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Es oficio propio del diácono, según le fuere asignado por la autoridad competente, administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y sepultura. El diácono debe ser considerado hombre «probo» por la comunidad, caritativo, respetuoso, misericordioso y servicial.

El acólito al que me refiero, llego de tierras lejanas con el ministerio bajo el brazo y con la firme intención de alcanzar el nivel superior, convertirse en diácono. Por el camino, denuncias varias y condenas en sede judicial, que demuestran la ausencia total de buenos principios de quien desea ser un representante de la Iglesia, un representante de Cristo en la tierra, una Iglesia a la que también pertenecemos quienes hemos sufrido las consecuencias de sus malas acciones. Desde este pequeño y modesto espacio de opinión, ruego a quienes tienen la responsabilidad de decidir este tipo de nombramientos, examinen, valoren y decidan en función de los testimonios y las pruebas existentes.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto