El comandante general José Manuel Sanz Román depositó
ayer el Aleo a la virgen de África, un tradicional acto que
han realizado también sus predecesores en el cargo desde
1651. El comandante general juró defender la Plaza y ser
fiel a España. Tras la firma en el libro de oro, hubo un
desfile militar en la plaza de África.
“Al recibir este bastón que tantas glorias representa y que
depositaré en manos de la santísima virgen de África,
prometo defender la Plaza y mantenerla fiel a España y a su
majestad el rey”. Con estas palabras, y del mismo modo que
han hecho sus antecesores en el cargo desde 1651, el nuevo
comandante general de Ceuta, José Manuel Sanz Román,
depositó ayer el Áleo ante la virgen de África.
El vocablo ‘Aleo’ procede del latín ‘Olea’, con la que
designaba al olivo cultivado y a su fruto. De la unión de
este término y conceptos semejantes españoles y portugueses
se designaba a un palo o bastón rugoso o nudoso de madera de
acebuche.
El acto tuvo lugar ayer, a las 12 horas, en la plaza de
África. Una compañía de honores formó delante de la fachada
principal del cuartel general de la Comandancia. El nuevo
comandante general se dirigió a la catedral, donde fue
recibido por el Cabildo catedralicio, el presidente de la
Ciudad y el delegado del Gobierno. En el interior del templo
le esperaban el resto de autoridades y varias comisiones de
militares.
Interior del santuario
La comitiva se desplazó después hacia el santuario de la
virgen de África, donde el comandante general fue recibido
por el hermano mayor, el Consejo Rector de la Hermandad de
Santa María de África, el vicario general y el párroco del
santuario. Tras el canto de la Salve, se le hizo entrega de
la medalla de la Cofradía y subieron al camarín de la virgen
el párroco, la hermana mayor, el secretario y mayodormo de
la Cofradía y el comandante general.
Tras la firma de Sanz Román en el libro de oro de la
Cofradía y la lectura de su promesa, salió del santuario
para presenciar un desfile en la plaza de África, con el que
terminó el acto.
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