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Cada vez que uno coge la prensa y
se pone a analizar lo que dicen los políticos de turno, en
su propio terreno, o de visita esporádica a tierras ajenas,
tiene que sentir vergüenza ajena, al comprobar que, hoy por
hoy, en cada uno de los partidos, al menos en los que ya
“han tocado pelo” alguna vez, está lo mejor de cada casa, a
la hora de decir sandeces y hacer barrabasadas.
Hace pocos días venía a Ceuta, Gaspar Zarrías, del PSOE, un
personaje que no sé a qué se dedicaba antes, pero que lleva
en la Política desde tiempos de Mari Castaña, y que ya hace
años se hizo célebre en unas votaciones, por haber votado
por otro “compañero” que faltaba, apretando el famoso botón
con el pie, en vez de cómo se tiene que hacer. Ya saben... .
Gaspar Zarrías que está viviendo ahora los avatares de su
PSOE, en uno de los momentos más desafortunados del partido,
en los últimos tiempos, parecía que llegaba a Ceuta a “poner
orden en la casa ajena”, cuando en la suya hace falta una
buena escoba, para barrer los rincones más escondidos.
Zarrías puso al Gobierno Ceutí de vuelta y media, con sus
razones que, naturalmente, no tienen nada que ver con las
razones que se aportan desde la “Santa Casa Madre” de Juan
Vivas y Yolanda Bel.
Naturalmente, en la acera de enfrente no se han quedado
callados y, especialmente, en lo que atañe a las gestiones
económicas, de inmediato han salido a contraponer las
manifestaciones de Zarrías con la auténtica realidad. Eso de
“auténtica” lo dirán desde el PP.
La secretaria general del PP de Ceuta, Yolanda Bel, defendió
hace un par de días la gestión contable del Ejecutivo de
Juan Vivas.
El problema de fondo era grave, porque según palabras de
Gaspar Zarrías “no ha habido ningún control financiero en la
Ciudad Autónoma durante los últimos años.
Lo dicho, dicho queda, y si uno tendrá que demostrarlo con
los números en la mano, los otros, creo yo, también, tendrán
que demostrar con claridad que eso dicho por Zarrías no es
cierto, de ninguna de las maneras.
Yolanda Bel ha contestado al visitante del PSOE que si las
cuentas de la Ciudad Autónoma son como las de la “cueva de
Alí Baba”, los cuarenta ladrones están al otro lado del
Estrecho y muy cerca del propio Zarrías.
Habrá que hacer, también, alguna puntualización a Yolanda
Bel, en eso del otro lado del Estrecho, porque parece que
fuera está todo lo malo y aquí lo que manejan ellos es lo
perfecto, sin ningún tipo de tara.
Y no es todo cierto, por cuanto al otro lado del estrecho
hay muchos ladrones, pero vestidos de todos los colores,
también de los de su partido, mientras que aquí las cuentas
no siempre han quedado totalmente claras y ella lo debe
saber muy bien, por los años que, también, lleva en esa
carrera que ha elegido, la de la Política.
En definitiva, que basta con que uno baje del barco y hable
de lo que se cuece aquí para que toda la máquina política se
ponga en marcha a defender lo defendible y lo indefendible,
pero, también hay que decirlo, que venga un político como
Zarrías a poner orden es parecido a si un día apareciera
Satán por el Vaticano a increpar al pecado.
La nueva carrera, esa de la Política, no tiene unas bases
muy sólidas de formación y cada vez estoy más convencido de
que parece que sólo sabe propugnar el macarreo.
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OPINIÓN / EL ESQUINAZO
