Siendo muy niño leí una frase
puesta debajo de una fotografía, que se me ha quedado
grabada en el mejor disco duro del mundo, el cerebro humano,
para toda la vida.
La frase decía: “Hay que saber ganar con honor y perder con
elegancia”. Y ustedes, en verdad, no saben perder. Y en ese
no saber perder se lanzan a la calle en huelgas,
manifestaciones y algaradas que, en la mayoría de los casos,
no tiene razón de ser. Pero ahí están los de siempre,
aquellos que no saben perder y, mucho menos, aceptar lo que
ha votado la mayoría de los españoles.
No se han producido más huelgas, manifestaciones y
algaradas, durante todos los años que llevamos de
democracia, hasta que ha sacado mayoría absoluta el Partido
Popular. Un partido de derechas, por cierto timorato, que no
sabe responder a todas esas huelgas, manifestaciones y
algaradas, que día si y día también tienen que estar
soportando todo estas cosas cuando en estos momentos,
difíciles para España, lo que se necesita es precisamente lo
contrario, estar mas unidos que nunca para salir de esta
maldita crisis que nos azota.
La penúltima de estas algaradas la protagoniza la Plataforma
de Afectados por la Hipoteca, encabezada por Ana Colau,
llevando la protesta al domicilio familiar de una autoridad,
todas ellas pertenecientes a los populares, en una presión
inaceptable que la Justicia debe perseguir.
Esta forma de actuar no es nada nuevo, es más antigua que el
bañador de Lidya Lozano en “Mira quién salta”,que debe ser
el modelo que usaba la tatarabuela de su tatarabuela cuando
iba a la playa en su época.
Sin embargo, es curioso como esta señora no se manifiestas
en Andalucía con el asunto de los ERE, ante los que se han
llevado “calentito” el dinero de los trabajadores. Ni, por
supuesto, ante aquellos que han llevado a España a la ruina.
No es por nada pero, al menos, es curioso.
Ana Colau ocupa un puesto destacado en DESC una especie de
ONG dedicada a sacarle dinero a la Generalitat, ayuntamiento
de Barcelona y al ministerio de Asuntos Exteriores con las
más pintorescas propuestas, recibiendo varios millones de
euros. Todos ellos de dinero público.
No estaría de más que el Tribunal de Cuentas auditara a DESC
para saber en qué y cómo se gasta ese dinero salido del
bolsillo de todos los españoles. Igual se gasta en cuentos
chinos, que no valen para nada, ni aportan nada a la
sociedad,
Esta señora y sus acompañantes no están dispuestos a entrar
en razón y quieren continuar con sus protestas ante los
domicilio familiares de los diputados del Partido Popular.
Poco les importa que ello afecte a sus padres, esposas e
hijos. Lo único importante, para estos personajillos son las
algaradas.
Unas algaradas, ante estos domicilios familiares de
diputados de los populares, presión inaceptable, que la
Justicia debe perseguir. Los jueces tendrán que dejarles
claro a estos mindundis donde acaba el derecho a interpelar.
Y que conste, en acta, que estoy totalmente contra los
desahucios. Lo he escrito en múltiples ocasiones.
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