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La rueda de prensa de los
sindicatos sobre los hechos acaecidos en el nuevo centro de
menores en la barriada de Hadú han resultado un tanto
fuertes para la Ciudad Autónoma de Ceuta que, a través de
una nota de prensa, ha tratado de poner un toque de atención
acerca de que no hay que criminalizar a los menores. En este
sentido, las situaciones extremas nunca son convenientes,
aunque si bien la ley de protección del menor contempla
determinadas cuestiones, no es menos cierto que, ante
agresiones y amenazas evidentes, tampoco se puede pretender
poner sordina a la manifestación sindical cuando ejercen su
legítimo derecho a la libertad de expresión.
Poner en peligro la integridad física de los trabajadores no
parece que sea la mejor manera de conducirse en este asunto
que ha de contar con las suficientes garantías, para
proteger a los menores pero también para salvaguardar la
integridad física de los que prestan sus servicios en este
Centro. La evidencia de un mechón de pelo arrancado de la
cabeza de una trabajadora y la cuchilla amenazante
arrebatada a algún menor muy mal intencionado, no admiten la
más mínima discusión en cuanto a su verosimilitud
intencionalidad.
No hay que criminalizar a los menores, dice la Ciudad
Autónoma de Ceuta, aunque también habría de preguntarse,
cómo se protege la situación laboral de quienes han de verse
las caras con ellos día a día, y exponerse a altercados que
pueden, incluso, poner en serio riesgo su vida. Por ello,
criminalizar no, pero encubrir o disculpar a los menores,
tampoco.
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OPINIÓN / EDITORIAL
