La colaboración entre la Guardia Civil y las Fuerzas
Auxiliares de Marruecos impidió ayer la entrada clandestina
en territorio ceutí de entre 5 y 8 inmigrantes. La
peculiaridad de este caso estriba en que el intento de
entrada clandestina se ha producido por tierra. Los agentes
españoles advirtieron la presencia de un grupo de entre 5 y
8 personas que trataban de saltar el doble vallado
ayudándose de una escalera y dieron aviso a la ‘mejanía’,
cuya actuación impidió que lo lograran.
El perímetro fronterizo fue ayer escenario de un intento de
asalto por parte de un grupo de inmigrantes subsaharianos,
algo muy inusual en los últimos años en la valla ceutí. Las
fuerzas de seguridad de ambos países colaboraron en la
interceptación de estas personas, que trataban de superar
los seis metros de altura del doble vallado sirviéndose de
una escalera. Según señalaron fuentes de la Guardia Civil,
la alerta se dio por parte de los agentes de servicio en la
frontera, que avisaron a los miembros de las Fuerzas
Auxiliares, los ‘mejanis’, al ver aproximarse a los
inmigrantes, un grupo de entre 5 y 8. La actuación de la
mejanía impidió que los subsaharianos lograron su propósito
de superar la valla.
A diferencia de lo que ocurre en Melilla, donde los asaltos
al perímetro fronterizo, la mayoría, avalanchas de decenas
de inmigrantes, no han cesado, en Ceuta las entradas
clandestinas se vienen produciendo en los últimos años en su
mayoría por mar. Sólo en el caso de los inmigrantes
argelinos, el paso fronterizo es la vía de entrada más
utilizada, mediante el uso de documentación falsa. El pasado
año, la Guardia Civil calificaba de “nula” la presión sobre
la valla por tierra.
No obstante, y según las mismas fuentes, al otro lado de la
valla, en los montes que rodean la localidad marroquí de
Beliones, se estima hay una bolsa de entre 300 y 400
personas que esperan una oportunidad para poder acceder a
Ceuta, lo que mantiene en alerta tanto a las fuerzas de
seguridad marroquíes como a las españolas.
En lo que respecta a las pateras, a lo largo del pasado año
y en lo que va de este se mantiene una misma ruta de acceso,
más alejada del territorio y la frontera ceutíes. Las
embarcaciones, pequeñas balsas hinchables, parten ahora de
zonas más próximas a Tánger. Los subsaharianos que tratan de
llegar a las cosas peninsulares a bordo de estas barcas
acampan en los montes de la zona de Wad Marsha, cerca del
puerto de Tánger Med.
|