En nombre propio y el de toda mi familia, queremos expresar
nuestro agradecimiento a todas las Instituciones y personas
que nos han acompañado en estos momentos difíciles por la
muerte de mi querido esposo, padre de mis hijos, abuelo de
mis nietos y bisabuelo de mis biznietos: Serafín Becerra
Lago. Sería imposible, aunque nos gustaría a todos, llevar
personalmente a cada uno de ellos nuestro sentimiento de
afecto y gratitud, por el apoyo recibido, por las palabras
pronunciadas, por el recuerdo de hechos pasados, por el amor
compartido, por eso utilizamos las páginas de ese diario
para llevar a cabo este cometido. En especial nos sentimos
estrechamente vinculados a ese Diario por el tratamiento
dado por los artículos de redacción y opinión. Gracias a
todos los redactores y colaboradores, en especial a la
dirección y administración y a Manolo de la Torre que nos
acogió en su oasis, os llevamos en nuestros corazones.
Gracias Ramón por tus bellas palabras en tu escrito.
Nuestro perpetuo reconocimiento también a todos los
trabajadores del Hospital Universitario de Ceuta. Sois unos
grandes profesionales, sin duda, pero sois mejores personas
aún. Desde los médicos, personal de urgencias, enfermería,
auxiliares, celadores , personal administrativo y de
limpieza, es decir todos los que con desvelo y cariño han
cuidado de que nuestro querido Serafín se fuera de este
mundo debidamente atendido en un hospital público y en su
tierra, como era su deseo.
Tenemos que seguir dando innumerables gracias, es que han
sido tantos…, entre ellos nuestros queridos Paco Antonio y
Juan, no solo como dignos representantes políticos y de las
Instituciones, sino como los amigos que son. El espíritu de
Serafín, esta con vosotros, dándoos ánimos para continuar en
la lucha, en lo personal y en lo público, porque sois
luchadores y porque Ceuta está por encima siempre de todo,
que a ella nos debemos con afán. Hacemos extensivos estas
palabras al resto de personajes públicos, amigos y amigas,
que han despedido junto a nosotros a Serafín.
Agradecer, por supuesto, a la Policía Local su colaboración,
no pudo mi marido recibir mejor escolta en su despedida,
gracias a todos ellos por sus palabras de bondad en el adiós
Gracias Ángel y Cristina por vuestro escrito. También a
todos los compañeros de trabajo de cada uno de mis hijos y
nietos, a las familias y amigos de todos ellos. Serafín se
sentiría orgulloso del cariño que les profesáis.
Permitirme y perdonarme mi extensión en el escrito, pero el
corazón de mi esposo, aunque ajado y roto, era capaz de
abarcar estos sentimientos y en su nombre me toca
transmitirlos. Tenía tanto que dar y recibir, recibió y dio
tanto que sembró muchísimos lazos de amistad y amor con
otros corazones tan generosos como el suyo, ahora nos han
dado las respuestas, personas que ni siquiera conocíamos,
relataron en voz alta sus estremecedores y emotivos
testimonios, por una vez en su vida hicieron de su
privacidad y de sus secretos más íntimos, el homenaje mejor
que se le podía dar a Serafín. El hacia el bien en silencio,
no nos enteramos de muchas cosas, pero llegado el momento,
ahora en la despedida temporal, estas generosas personas han
hecho público lo que nosotros intuíamos. “Quitó el hambre en
mi casa” “Me dio escolarización y estudios” “Gracias a él,
tengo un trabajo y una familia”, Tantas y tantas historias
personales en momentos difíciles que el tanatorio se
impregno de bondad, nos sentimos todos reconfortados,
agradecidos y orgullosos por lo rico que se iba mi marido,
con la mejor riqueza que un ser humano puede tener: el amor
inmenso que sentiste y has recibido de tus semejantes, por
tu gran familia, tus muchísimos amigos, tus vecinos y sobre
todo por tu pueblo, por nuestro pueblo. Ceuta.
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