UGT ha recogido en un estudio realizado por su Gabinete
Técnico que durante el último año se está percibiendo un
efecto desánimo entre la población trabajadora, que guarda
una estrecha relación con el estancamiento de la actividad
económica al ir acompañado de otro efecto desánimo del
sector productivo. Para UGT, es imprescindible aplicar
políticas orientadas a estimular el crecimiento y el empleo,
tanto en el corto como en el largo plazo, que logren
arrinconar el efecto desánimo existente en la población y en
el sector productivo, y consigan relanzar la actividad
económica.
UGT ha dado a conocer un estudio realizado por su Gabinete
Técnico y en el que se señala que durante el último año se
ha percibido un efecto desánimo entre la población
trabajadora, que guarda una estrecha relación con el
estancamiento de la actividad económica al ir acompañado de
otro efecto desánimo del sector productivo.
A este respecto, el estudio desvela que en febrero del
presente año casi la mitad de las bajas de los Servicios
Públicos de Empleo obedecen a este efecto desánimo, que
refleja el desaliento de las personas que desean trabajar y
no encuentran un empleo debido a la crisis.
Ante esto, el sindicato considera “imprescindible” aplicar
políticas orientadas a estimular el crecimiento y el empleo,
tanto en el corto como en el largo plazo, que logren
arrinconar el efecto desánimo que existe en la población y
en el sector productivo y consigan relanzar la actividad
económica.
El ‘Estudio sobre el efecto desánimo en la economía’
elaborado por el Gabinete Técnico de la UGT, realizado a
partir de los datos de 2012 publicados en la EPA, recoge que
desde 2009 las mujeres se han ido incorporando
progresivamente al mercado de trabajo, debido a la pérdida
de empleo o de ingresos de los hombres de la familia, y cómo
se ha producido a lo largo de estos años de crisis el efecto
del trabajador desanimado, que refleja el desaliento de las
personas que desean trabajar y no encuentran un empleo.
Según la central sindical este efecto desánimo se ha
manifestado claramente en los Servicios Públicos de Empleo,
donde las bajas sin colocación han ido aumentando
progresivamente con la crisis hasta que en febrero del
presente año casi la mitad del total de bajas obedecen al
efecto desánimo de la población trabajadora.
El estudio refleja también un cambio en la evolución de la
población activa extranjera, que ha pasado de crecer
paulatinamente a descender bruscamente de 2008 a 2012, al
igual que ha pasado con los jóvenes, cuya tasa de actividad
ha descendido progresivamente debido a este efecto desánimo
y a la vuelta o continuación de sus estudios.
Para UGT, es imprescindible aplicar políticas orientadas a
estimular el crecimiento y el empleo, tanto en el corto como
en el largo plazo, que logren arrinconar el efecto desánimo
existente en la población y en el sector productivo, y
consigan relanzar la actividad económica.
Parecía que superado el nefasto año 2009 se retomaría la
senda de crecimiento, pero la crisis ha continuado
extendiéndose durante los años sucesivos debido a la
debilidad de las políticas impuestas por la UE. Además, la
previsión parece ser incluso peor, ya que en España se
espera para 2013 un -1,4% de tasa de variación del PIB y una
tasa de paro del 26,9%, según la Comisión Europea.
Por ello, el sindicato reclama a la Unión Europea la
ampliación del periodo de ajuste del déficit, junto con
medidas expansivas acordes con la consolidación fiscal; y el
desbloqueo definitivo del crédito para las empresas y las
familias, junto con una mejora de la financiación de la
deuda soberana.
Y al Gobierno del PP, la exigencia de un nuevo modelo
productivo, que cree empleo en los sectores más competitivos
de nuestro país y que busque aumentar el tamaño empresarial
y la presencia en el exterior de nuestros productos; la
dotación de cobertura económica para las personas sin
recursos; aumentar la capacidad de recaudación, mejorar la
eficiencia del gasto público y garantizar los servicios
públicos y la protección social; y, sobre todo, recuperar el
valor del Diálogo Social, que nos permita fortalecer el
Estado de Bienestar y desarrollar los servicios públicos
esenciales.
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