Al igual que toda la semana, la lluvia hizo acto de
presencia durante la celebración del Viernes Santo,
sorprendiendo a las hermandades que se encontraban en la
calle realizando su Estación de Penitencia. La más afectada
por el aguacero fue la hermandad de la Expiración, la cual
se encontraba en Colón y tuvo que acelerar el paso hasta la
Iglesia de África.
Después de dos años sin poder disfrutar de un Viernes Santo
debido a las inclemencias meteorológicas, este año parecía
que existiría una tregua y que tres de las cuatro cofradías
que anualmente realizan su salida el Viernes Santo, ya que
la hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y
Nuestra Señora del Mayor Dolor se encuentra en suspensión
administrativa y no puede realizar ningún acto externo,
podrían realizar su Estación de Penitencia con normalidad.
Finalmente no pudo ser así, ya que las previsiones que
inicialmente daban agua para Ceuta alrededor de las 01.30
horas se adelantaban y la lluvia, la cual ha marcado el
transcurso de toda la Semana Santa, hacía acto de presencia
alrededor de las 23.20 horas, aproximadamente, sorprendindo
a la hermandad de la Expiración a la altura del Paseo Colón,
la cual tuvo que acelerar el paso con el fin de llegar hasta
el Santuario de Nuestra Señora de África a la mayor brevedad
posible y minimizar los posibles daños.
La hermandad había iniciado su procesionar por las calles de
la ciudad a las 21.15 horas. En ese instante la Cruz de Guía
aparecía en la puerta principal del templo de la Patrona con
el fin de iniciar su Estación de Penitencia después de dos
años sin poder efectuarla.
El paso de misterio del Santísimo Cristo de la Expiración,
el único que todavía procesiona a ruedas por las calle de la
ciudad, salía del templo seguido muy de cerca de María
Santísima del Amor quien se encontraba arropada bajo su
palio por San Juan.
Una vez realizada la carrera oficial se dirigió por el paseo
del Revellín hasta la calle Padilla y el Paseo Colón, donde
fue sorprendida por la lluvia, algo que provocó que la
hermandad se dirigiera rápidamente hasta su templo. Una vez
allí, los integrantes de la hermandad comunicaron al Consejo
de Hermandades que pese a la lluvia, no sufrieron
importantes daños.
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