La puerta de uno de los locales de un edificio en desuso
de La Manzana amaneció ayer rota a golpes. Unos intrusos
penetraron en el inmueble con la intención, al parecer, de
robar, aunque al no haber nada de valor en el interior, no
se interpuso denuncia. La constructora guarda aún algunos
materiales de obra y herramientas en el inmueble, privado.
Uno de los edificios de la céntrica Manzana del Revellín
amaneció ayer con una puerta rota en lo que todo apunta pudo
ser un intento de robo fallido al no haber en el local
apenas nada de valor para los cacos. En esta ocasión, el
inmueble que ha sido objeto de lo que finalmente ha quedado
en un acto vandálico fue el situado frente a la puerta del
Auditorio, que da a la calle Padilla y se encuentra en
desuso.
La empresa constructora del complejo, compuesto por cinco
edificios y un anexo al Auditorio, guarda en el local
asaltado algunos materiales de obra y herramientas. Según
señalaron desde la Policía Local, no se ha interpuesto
denuncia al no echarse en falta nada de valor.
Este edificio, que forma parte del conjunto diseñado por el
arquitecto Álvaro Siza, es propiedad de la empresa que en su
día adquirió los terrenos, ‘Manzana del Rebellín S.L.’. En
estos momentos, y cuando se cumplen ya dos años de la
inauguración del Teatro-Auditorio, aún continúan sin uso dos
de los inmuebles. El otro, con fachada en el paseo del
Revellín y que dispone de una superficie comercial de 1.200
metros cuadrados, fue adquirido el pasado año por la empresa
ceutí Africana de Contratas y Construcciones (ACC). Al igual
que el que fue asaltado ayer, este edificio está “en bruto”,
es decir, construida toda su estructura, tanto exterior como
interior, pero a falta de su adaptación para el uso concreto
que finalmente se decida darle.
Vandalismo
Los actos vandálicos se han repetido durante estos años
tanto en los inmuebles privados de la Manzana como en los
que son de titularidad pública, como es el caso, además del
Auditorio, de los dos que conforman el Conservatorio de
música. A día de hoy no hay pintadas en las paredes del
Auditorio, pero no así en el edificio asaltado.
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