Reforma de la administración local
 

Juan Carlos Trujillo Muñoz
opinion@elpueblodeceuta.com
 

Cuando se gasta más de los que se ingresa, el sistema se rompe. Es lo que ha sucedido en este país en los últimos años consecuencia de las políticas ejecutadas por el partido socialista. En respuesta el Partido Popular ha planificado un conjunto de medidas. En esta ocasión me centraré en la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, documento que reformará definitivamente el actual estatus de diputaciones, mancomunidades y ayuntamientos. Una reforma que evitará duplicidades administrativas, fijará con criterio las competencias municipales, limitará retribuciones de alcaldes y concejales, y pondrá coto a los desfases entre ingresos y gastos.

Los ayuntamientos deberán encargarse de los servicios de alumbrado público, cementerio, recogida de residuos, limpieza viaria, abastecimiento domiciliario de agua potable, alcantarillado, acceso a los núcleos de población y pavimentación de las vías públicas. Los municipios con población superior a 5.000 habitantes atenderán además: parques, bibliotecas, mercados y tratamiento de residuos. Aquellos que superen los 20.000 asumirán también: protección civil, evaluación, información y atención a personas en situación de necesidad social, prevención y extinción de incendios, instalaciones deportivas de uso público. Y finalmente, los municipios que superen los 50.000 habitantes se ocuparán del transporte colectivo de viajeros y medio ambiente urbano.

Una reforma que deberá respetar en todo momento las especificidades consecuentes con el estatus especial concedido a Ceuta tras la aprobación de un Estatuto de Autonomía que le confiere la doble condición de ayuntamiento y autonomía. Es momento de recordar a quien parece haberlo olvidado las transferencias recibidas del Estado en aplicación del Estatuto mencionado en materias variopintas (carreteras, puertos, medio ambiente, deportes, agricultura, acuicultura, marisqueo, sanidad e higiene, patrimonio cultural, etcétera). En definitiva, una reforma fundamental para la sostenibilidad de nuestros ayuntamientos que tendrá muy presente las especificidades de nuestra ciudad.