La lluvia truncó ayer la primera procesión en la que la
Amargura salía de su Casa de Hermandad, inaugurada este
mismo mes y que se encuentra en la calle Padre Feijoo, en
Villajovita. Los pasos se refugiaron del agua en la Casa de
Hermandad del Medinaceli y en el Polifuncional de la Policía
Local, pero cuando la lluvia amainó, volvieron a su casa.
La lluvia truncó ayer la procesión de la Amargura en una
Semana Santa que está siendo especial para la Hermandad de
Penitencia de Nuestro Padre Jesús Caído y Virgen Santísima
de la Amargura de San Juan de Dios que ayer salió por
primera vez desde su Casa de Hermandad. Hasta ahora la
Cofradía carecía de un lugar fijo de salida y durante los
últimos dos años, la Catedral ha sido su punto de partida
para recorrer las calles de la ciudad, antes lo habían hecho
durante diez años desde la Capilla de Madre de Dios de la
Palma, en Manzanera.
La Casa de Hermandad de la Amargura, en la calle Padre
Feijoo de Villajovita, fue bendecida el pasado 17 de marzo y
ayer acogió uno de los momentos más emotivos para los
hermanos, la salida de las imágenes. A las 18.00 horas todo
estaba preparado para comenzar una procesión cuyo itinerario
era nuevo y que no se pudo completar por culpa de la lluvia.
El paso de Cristo estuvo acompañado por la Agrupación
Musical Nuestro Padre Jesús Caído y Virgen de la Amargura de
Ceuta. Mientras, la Asociación Cultural Banda de Música
Ciudad de Ceuta, siguió al paso de Palio.
Cuando los pasos se encontraba en la Avenida España, el agua
pilló por sorpresa al cortejo que buscó refugio improvisado.
Tras una chicotá de más de 200 metros, Nuestro Padre Jesús
Caído entró en la Casa de Hermandad del Medinaceli gracias
al esfuerzo de los costaleros, que tuvieron que pasar la
imagen casi de rodillas. Mientras, la Virgen Santísima de la
Amargura de San Juan de Dios, llegó hasta el Polifuncional
de la Policía Local para protegerse del aguacero, también
con dificultades.
Largas ‘chicotás’ y aplausos
Cuando amainó la lluvia, sobre las 20.30 horas, la Hermandad
decidió volver a la calle para trasladar las imágenes a
Villajovita. Los costaleros protagonizaron largas chicotás,
sin apenas descanso, para llegar lo más rápido posible a la
Casa de Hermandad, situada en la calle Padre Feijoo.
Mientras, la multitud que acompañaba la procesión no cesaba
de aplaudir el esfuerzo de los que portaban los pasos. A las
22.15 horas, la Virgen de la Santísima Amargura se recogía
mientras sonaba el himno de España y entre los aplausos de
los fieles. Uno de los momentos más emocionantes de esta
recogida forzosa fue cuando se entonó la canción ‘El
Costalero’ a la altura del Sardinero.
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