Los empresarios del Tarajal quieren aunar esfuerzos para
dar un giro al polígono, mejorar su estructura y su
funcionamiento, y dinamizar así su actividad comercial. Una
empresa ceutí estudia la posibilidad de que los cuatro
polígonos formen una mancomunidad para unificar la gestión,
aunque luego se mantenga la independencia de cada uno de
ellos en otros aspectos. Entre las prioridades de los
empresarios está regularizar el paso del Biutz para dejar de
perjudicar a los empresarios que no pueden acceder a sus
naves debido a que se cortan varias partes del polígono para
controlar el paso de porteadores al otro lado de la
frontera.
Los empresarios del Tarajal están decididos a mejorar la
actividad de los cuatro polígonos que componen el complejo y
acabar con problemas endémicos como el cese de la actividad
en ciertas zonas por la mañana debido al paso masificado en
el Biutz. El presidente del polígono La Chimenea, Ramesh
Chandiramani, cuenta como una empresa externa está
estudiando cómo mejorar el funcionamiento del Tarajal y la
posibilidad de que los cuatro polígonos formen una
mancomunidad. “Estamos a la espera de que nos manden ese
estudio para saber cuánto costaría y analizar si el coste es
soportable por los polígonos”, explica el empresario, que
espera que para después de Semana Santa la información esté
lista.
“Una vez que se vea el coste, se realizará una consulta a
todos los miembros de los polígonos para decidir qué se
hará”, comenta Chandiramani. Entre las propuestas que se
están estudiando se abordan temas relacionados con la
circulación en el recinto, recogida de basuras, limpieza,
ordenación del polígono o cómo sugerir a las autoridades
cómo ordenar el paso del Biutz.
No obstante, una de las propuestas más importantes que se
pondrán sobre la mesa será la de hacer una mancomunidad de
los polígonos. “Hay cuatro comunidades dentro del Tarajal y
esas cuatro nos podríamos mancomunar para llevar la gestión
global, aunque luego cada comunidad es independiente”,
señala Chandiramani.
Libre tránsito
El paso del Biutz sigue siendo uno de los problemas
principales para los empresarios y así lo recuerda el
presidente de La Chimenea. “En el polígono
desafortunadamente no se cumple uno de los requisitos
primordiales como es el libre tránsito de personas y
mercancías”, lamenta Chandiramani que alerta de que eso se
debe “cumplir a rajatabla”. “Yo no puedo tener una inversión
en un polígono donde en un intervalo de tiempo, desde las
ocho de la mañana las dos de la tarde, no me permiten ni a
mi mismo como propietario acceder a mi local”, denuncia como
ya lo ha hecho en varias ocasiones. “A quien se lo explico
no se lo cree”, asegura indignado. Por ello exige a la
Delegación del Gobierno que “tomar decisiones para ordenar
el paso sin perjudicar a los empresarios”.
Sobre la falta de licencias de apertura, Chandiramani señala
que como comunidad “poco se puede hacer por la regulación de
las naves”. “Se trata de que cada propietario o cada
empresario que haya alquilado la nave solicite a la Ciudad
su licencia de apertura”, señala para añadir: “Otra cosa es
que el empresario o inquilino haga caso omiso, entonces las
autoridades tienen que tomar cartas en el asunto y sancionar
o cerrar la nave de quien no haya solicitado la licencia”.
Por último, Chandiramani comenta como la crisis también ha
provocado caída de las ventas en el polígono, sobre todo con
las que se destinaba para el consumo interno. No obstante,
la actividad que depende de los clientes de Marruecos se ha
mantenido casi al mismo ritmo. “Gracias a eso sobrevivimos,
eso no quiere decir que las ventas en general no hayan
bajado, aunque de forma más moderada que en la península”.
|