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La Federación de Fútbol de Ceuta parece estar por encima del
bien, del mal y de la crisis económica. Una situación de
privilegio porque, cuando todas las entidades deportivas y
las asociaciones de carácter social han visto recortado su
presupuesto de subvenciones a causa de la austeridad y de la
crisis, algo que todos han entendido, resulta que la
Federación de Fútbol de Ceuta, que preside el senador
suplente del Partido Popular, Antonio García Gaona, se ha
visto favorecido, una vez más, con 50.000 euros extras,
cantidad que mejora la subvención del pasado año.
La excepción a la regla de la austeridad es García Gaona y
su Federación, lo que induce a pensar que, tanto
favoritismo, a qué obedece: cesión de tres campos de fútbol
(Murube, Benoliel y José Martínez Pirri), la publicidad y el
ambigú, las subvenciones, la parcela gratuita de las
Carmelitas para edificar alli su sede, facturas millonarias
de viajes institucionales a la empresa privada de Antonio
García Gaona que es la que prácticamente trabaja en
exclusiva con la Ciudad Autónoma de Ceuta, son todo un
cúmulo de coincidencias benefactoras que solo conducen a
pensar en un presunto tráfico de influencias y un fraude de
ley continúo porque se está desviando hacia un mismo sitio,
toda una serie de competencias y favores que no pueden ser
graciables o partidistas cuando se hace con el dinero de los
impuestos de todos. Un asunto que huele muy mal.
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OPINIÓN
