A Sumaia Mohamed, Sonia Bravo y Mohamed Lechkar les une su
interés por la lengua de signos. A la primera la curiosidad
le surgió hace muchos años, cuando compartía pupitre en el
IES Almia con una amiga sorda y quería comunicarse con ella.
Ahora Sumaia Mohamed es intérprete en la Asociación ceutí de
familias de personas Sordas (ACEPAS). Sonia Bravo ha
empezado se esta formando actualmente en la asociación y su
interés nace de las ganas de comunicarse con la gente. Y
Mohamed Lechkar la necesidad surgió hace muchos años, cuando
le detectaron la discapacidad, y, por tanto, necesitaba
comunicarse con la gente de su entorno.
Pero estos son solo tres casos, la intérprete asegura que el
interés por aprender la lengua de signos es muy variada.
Desde personas que están estudiando para complementar su
formación y mejorar el curriculum, gente con amigos sordos o
simplemente porque les llama la atención. “A mi me gusta
comunicarme con la gente, además soy profesora y en caso de
algún niño tenga esta discapacidad podré ayudarle mejor”,
afirma Sonia Bravo, estudiante del curso intermedio.
Los tres coinciden en que aprender la lengua de signos “no
es dificil”, pero es imprescindible practicar mucho. “Cuando
llevas un tiempo sin utilizarla, luego cuesta. Como
cualquier idioma”. Sonia Bravo asegura que algunas veces una
voluntaria sorda acude a los cursos para hablar con ellos, y
que ahí es realmente cuando se aprecian los conocimientos
adquiridos. Mohamed Lechkar bromea con que a él no se le
olvida porque la utiliza a todas horas. Comenta que amigos
suyos se han interesado por la lengua de signos y se están
formado para comunicarse no solo con él, también con gente
que en un futuro puedan conocer.
Las clases son “prácticas, dinámicas y muy visuales”. Es
habitual visionar vídeos, que son más exactos que las
imágenes, aunque también se utilizan fichas.
Pero la asociación aporta mucho más a sus socios, Mohamed
Lechkar actualmente está buscando trabajo tras acabar un
grado medio de Hostelería y le ayudan a realizar un
curriculum, le acompañan a las entrevistas de trabajo, etc.
Incluso cuando estaba estudiando le adaptaban el
vocabulario, porque no todas las palabras tienen un
equivalente con un signo.
En el día a día las dificultades son varias, sobre todo,
ante el hecho de que muchos organismos no tienen
intérpretes. “Sumaia me acompaña a citas médicas, pero si es
una urgencia por la noche la situación se complica”, afirma
Lechkar, que reclama intérpretes las veinticuatro horas del
día.
“Pocos canales de televisión incluyen una ventana con
intérprete, solo Televisión Española y Canal sur, y en el
caso de los subtítulos van demasiado rápido. No me da tiempo
a leerlos”, asegura Mohamed Lechkar. Pero sí reconoce que
las nuevas tecnologías facilitan la comunicación, sobre todo
aplicaciones como ‘Whatsapp’ o las videollamadas. “Puedo
enviar mensajes de vídeo a mis amigos en un momento”. Sonia
Bravo, afirma que también existen un muchísimos cuentos y
tutoriales online.
En ACEPAS ofrecen tres cursos de lengua de signos con
diferentes niveles. El inicial comienza en octubre y acaba
en diciembre. El intermedio es de enero a marzo. El avanzado
de abril a junio. Son gratuitos y suelen ser tres días a la
semana, una hora al día. También ofrecen formación para los
usuarios de la asociación para mejorar su vocabulario.
Actualmente los cursos tienen todas las plazas ocupadas,
pero en septiembre se volverán a abrir. Las personas
interesadas pueden acercarse a ACEPAS o llamar al teléfono:
956 50 50 55.
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