“Lo ideal sería que según se realizan obras nuevas,
adaptaran la zona”, asegura el técnico de rehabilitación que
trabaja para ONCE de Ceuta, Sebastián Herrera Ruiz. Sin
embargo no se cumple, actualmente en el paseo de la Marina
se están instalando losetas nuevas que suponen un problema
para los invidentes y personas con restos visuales. Por otra
parte, afirma que si el centro cuenta con algunas zonas
adaptadas, en barriadas como el Principe la situación es
mucho peor.
“Tenemos muchísimos problemas cuando realizamos una
rehabilitación en exteriores con ciegos o personas con
restos visuales”, asegura el técnico de rehabilitación de
ONCE en Ceuta y Algeciras, Sebastián Herrera Ruiz.
En primer lugar, afirma que en la ciudad no se utiliza una
loseta homogénea, y para un ciego es muy dificil localizar
un paso de peatones. Por ejemplo, en los trabajos de la zona
del Paseo Marítimo, donde estaba el Club Náutico, la loseta
que se está utilizando, que es normal, tiene mucho relieve.
Cuando los alumnos de rehabilitación llegan al paso de
peatones, se encuentran con la loseta de abotonadura, y hay
que trabajar para que diferencien las diferentes dos
texturas.
“Lo ideal es que, según se van haciendo obras nuevas, se
adecue a la accesibilidad y tengan en cuenta las
normativas”, asegura el técnico.
Tampoco se utiliza la loseta de abotonadura hasta la pared
tras un paso de peatones. Si esto sucede la referencia que
hay que utilizar es otro elemento de la ciudad, una
alcantarilla, una farola, una señal de tráfico...
Y si el centro de la ciudad cuenta con ciertas zonas
adaptadas, Herrera asegura que en las barriadas la situación
es mucho peor.
“En la zona del ayuntamiento voy con una alumna a practicar.
La referencia es la tercera rejilla para localizar el paso
de peatones. Hubiera sido muy fácil llevar la loseta de
abotonadura, que no supone una gran diferencia económica”.
En cuanto a los semáforos, Herrera afirma que, en un
principio, en Ceuta si cuenta con los que tienen señales
acústicas, sin embargo en algunos el sonido es tan bajo que
es imperceptible. Lo ideal sería que la señal se activara
con un mando a distancia y así que solo sonara a petición y
no molestaría en horas intempestivas a los vecinos. Además
de saber cuando se puede cruzar también orienta para saber
dónde está.
También es conveniente que acera y asfalto no estén al mismo
nivel, con un centímetro de diferencia sería suficiente. Los
invidentes notarán la diferencia con el bastón y los
minusválidos en silla de ruedas no se toparían con una
barrera arquitectónica.
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