El Ingesa lamentó ayer los hechos ocurridos con la
aparición de documentos con datos de sus pacientes entre los
escombros cercanos al Centro de Salud del Tarajal y ha dado
orden de instalar en cada consulta médica una máquina de
destrucción de papel. Del mismo modo los sindicatos esperan
que estos hechos no se vuelvan a producir e instan al Ingesa
a dotar a los centros de los medios necesarios.
La dirección del Ingesa emitió ayer un comunicado de prensa
a través del cual lamenta que se encontraran documentos
médicos entre los escombros cercanos al Centro de Salud del
Tarajal, tal y como dio a conocer EL PUEBLO en su edición de
ayer.
A través del citado comunicado, el Ingesa quiere
tranquilizar a la ciudadanía y para ello resalta que las
consultas médicas del Área Sanitaria de Ceuta están
informatizadas, por lo afirman partir de la hipótesis de que
“los documentos encontrados corresponden a volantes de
citas, pruebas complementarias o información que el
facultativo en cuestión haya querido imprimir”. En cualquier
caso, la dirección territorial del Ingesa ha decidido abrir
una investigación al respecto ya que, tal y como recoge en
la nota de prensa, “no cabe duda, de que no se han tomado
las medidas de protección de datos suficientes al no
completar la destrucción total de los escritos hallados, a
pesar de que todos los centros del Ingesa de Ceuta cuentan
con al menos una destructora de papel”.
Para intentar evitar que vuelvan a producirse estos hechos,
el Ingesa ha informado de que va a “reforzar la seguridad en
este sentido” y ha ordenado la instalación de una
destructora de papel por cada consulta médica.
Del mismo modo, a través del comunicado, “lamenta el
perjuicio ocasionado por este error, ante el que se han dado
instrucciones pertinentes para que no vuelva a producirse”.
Por su parte, las centrales sindicales con representación en
el área santiaria también lamentaron los hechos ocurridos y
exigieron a la dirección territorial del Ingesa a que tome
las medidas oportunas para que estos no se vuelvan a
producir, ya que no es la primera vez que se encuentran
documentos de pacientes al lado de algún centro de salud,
afirman.
Precisamente, Javier Montero (USO), resaltaba a EL PUEBLO
que esta situación le parece “lamentable” a la vez que
consideraba que habría que “llegar al fondo de lo ocurrido
para encontrar el verdadero problema de todo esto”. A este
respecto, Montero aseguraba que “hoy en día existen muchos
mecanismos para destruir este tipo de documentación si han
pasado más de cinco años” e instó a la dirección a dotar de
los medios oportunos para que esta situación no se vuelva a
producir.
Por último, Montero reconoció que el centro posee una
máquina de destrucción de papel, aunque aseguró que “dicha
máquina se encuentra bajo llave y no todo el mundo tiene
acceso a la misma para destruir esta documentación”, aunque
también reconoció que “aunque no hubiera existido una
máquina todo el mundo debe saber lo estricta que es la ley
de protección de datos y debe tener especial cuidado a la
hora de destruir este tipo de documentación ya que estos no
pueden llegar a manos de nadie y que se lo puedan encontrar
desperdigados por el campo”.
Por su parte, Ángel Lara (CCOO), también lamentó lo ocurrido
y resaltó lo “delicado” de la situación. “La solución es
poner máquinas de destrucción de papel, además de tener un
especial cuidado con toda esta documentación, ya que estos
fallos no pueden volver a producirse, pues dañan la imagen
de la institución”.
Del mismo modo, Lara denunció también la especificidad de
este centro ya que carece de contenedores de papel debido a
que en el momento que se reponen son quemados por los
vándalos, por lo que no tienen ninguna ubicación donde
depositar esta documentación. Esta situación también ha sido
denunciada en varias ocasiones por la dirección del centro,
aunque sus quejas no han sido atendidas. Finalmente, Juan
Carlos Fontalba (UGT) reconocía que este tipo de situaciones
no deberían producirse, a la vez que insta a conocer cuáles
han sido las causas reales que han provocado que esta
documentación no se haya destruído como se debe y con el
único objetivo de evitar que se vuelvan a producir.
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