El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha rechazado cualquier
agresión cometida hacia los profesionales sanitarios, porque
atenta contra la la integridad física o psíquica de la
persona perjudicada y afecta también negativamente al
funcionamiento del sistema sanitario en su conjunto y a la
atención que reciben los ciudadanos. Con motivo del Día
Nacional Contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, el
Sindicato de Enfermería ha reiterado, bajo la máxima
“agredir a una enfermera nos perjudica a todos”, que
cualquier acto violento hacia un profesional supone un
perjuicio, en primera instancia, para el afectado, pero
también para todas las personas que necesitan de su atención
sanitaria. En este sentido, la secretaria general del
Sindicato de Enfermería en Ceuta, Elisabeth Muñoz, ha
manifestado que “cuando un profesional es agredido, también
son agredidos el resto de ciudadanos que son atendidos por
él y le necesitan, e incluso, aunque no lo quiera ver, el
propio agresor, al romperse el principio de confianza que
debe haber”.
Asimismo, la organización sindical ha advertido que la
probabilidad de que ocurran este tipo de incidentes es mayor
si la calidad de la atención que se ofrece al paciente
disminuye por los recortes que se están produciendo en el
Sistema Nacional de Salud.
Una de las consecuencias de los recortes que están
imponiendo las administraciones sanitarias es una menor
calidad en la atención al paciente, más esperas y menos
recursos, lo que puede conllevar mayores niveles de ansiedad
y que se protagonicen altercados con los profesionales
sanitarios; especialmente cuando están recortando en número
de enfermeras y enfermeros, disminuyendo la contratación de
éstos y dejando sin cubrir las vacantes producidas por
jubilaciones, traslados y fallecimientos, asumiendo el
personal su trabajo y el de otros compañeros. Esto provoca
hastío, cansancio y estrés al trabajador, que en multitud de
ocasiones se ve obligado a acudir, incluso, en sus días
libres a cubrir las ausencias no sustituidas; aumentando las
probabilidades de agresiones por parte de los pacientes o
sus acompañantes, al ser los profesionales de enfermería los
más cercanos a ellos. No se puede culpabilizar del mal
funcionamiento del servicio a las personas que también están
sufriendo de manera continua las deficiencias y problemas
del Sistema Nacional de Salud, y lo hacen, además, en una
doble vertiente, como profesionales a la hora de desarrollar
su trabajo y también como ciudadanos.
Autoridad pública
SATSE lleva desde 2005 desarrollando una campaña permanente
de sensibilización, bajo el lema “La agresión no es
solución”, con la que se anima a denunciar tanto agresiones
verbales, las más frecuentes, como amenazas o agresiones
físicas. Además, recuerda que Ceuta ha sido pionera en la
consideración de las agresiones al personal sanitario como
atentados y no como falta leve, algo que se lleva ya tiempo
intentando en el conjunto del sistema sanitario español. De
hecho, Ceuta ha sido la primera ciudad donde se ha logrado y
existen sentencias de atentado con resultado de cárcel para
el agresor.
La portavoz sindical ha insistido en que, mientras sigan
produciéndose este tipo de situaciones, SATSE continuará
demandando una mayor sensibilidad a la sociedad e instando a
los poderes públicos a que se castiguen penalmente las
agresiones y a que garanticen la seguridad de los
profesionales, demandando que el profesional sanitario sea
considerado como autoridad pública en las comunidades
autónomas en las que aún no lo es. De igual manera, el
sindicato pide a los profesionales que denuncien cualquier
incidente que les haya ocurrido.
Conclusión
Por último, desde el Sindicato de Enfermería se ha insistido
en el hecho de que las distintas administraciones públicas
instauren los protocolos y actuaciones necesarias tanto para
facilitar las denuncias como para asistir al profesional
agredido. Así mismo es necesario priorizar la contratación
de personal de enfermería, ya que es el que tiene la
responsabilidad de aplicar los cuidados a la población de
Ceuta, de forma que el recorte de enfermería incide
directamente en un aumento de la posibilidad de sufrir
agresiones.
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