Un policía nacional, que trabaja en el servicio de
guardia y custodia de los detenidos en los juzgados, está
acusado de un delito de Hurto. El 10 de septiembre de 2012
el agente no se encontraba de servicio, pero se acercó a las
dependencias y accedió al armario donde se guardan las
pertenencias de los acusados y otros enseres propiedad de
los agentes de los policías para llevarse unos manteles. El
Ministerio Fiscal solicitó ayer la pena de 16 meses de
prisión para el acusado.
El Ministerio Fiscal solicitó ayer la pena de prisión de 16
meses para un policía nacional al que acusan de robar las
pertenencias de un detenido.
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Ceuta
enjuicio ayer estos hechos, que sucedieron septiembre de
2012, cuando José Manuel R. estaba detenido junto a su
esposa en los calabozos del juzgado. Cuando fueron puestos
en libertad, a ella le entregaron una bolsa con sus
pertenencias, pero supuestamente a José Manuel R., que
acudió a la vista en calidad de testigo, no se la dieron. En
ella debería haber un teléfono móvil ‘iPhone’, la cartera y
unos cordones.
El policía Luis B., que está acusado del hurto, declaró en
el juicio que el fin de semana en el que ocurrieron los
hechos acudió a los “calabozos” para ver a sus compañeros y
recoger unos manteles y tenedores de plástico. Afirma que
esos utensilios están en el mismo armario, pero en diferente
balda, que las pertenencias de los detenidos.
Tanto el acusado como los testigos afirman que las llaves
del armario se encontraban encima de una mesa y que
cualquiera con acceso a los calabozos podría cogerlas.
Por su parte, el jefe de la Guardia Civil de custodia y
traslado de detenidos juró en el juicio que el acusado
estuvo hablando con ellos y que es “normal pasar a saludar a
los compañeros” en el día libre. También afirma que Luis B.
estuvo en torno a unos cinco o diez minutos en el calabozo y
que salió con los manteles.
El acusado asegura que mientras estuvo abierto el armario él
no sé fijó en las bolsas con pertenencias de los detenidos
ni leyó el documento que detalla las pertenencias de los
detenidos. Asimismo, dijo que las bolsas son “opacas” de un
tono blanco y que no se podría ver el contenido. Por su
parte, otro de los testigos, un policía nacional, asegura
que son transparentes “así como los plásticos de los
documentos” y que sí se podría ver los objetos.
La Fiscalía, en sus conclusiones definitivas, afirma que
solo existe una prueba “indiciaria”, que se basa en que solo
se le vio a Luis B. abrir el armario. Y, por tanto, la
lógica indica que los objetos se los llevó el acusado.
Por su parte, el letrado de la defensa solicitó la
absolución de su patrocinado. aseguró que Luis B. ya poseía
un ‘iPhone’, otro móvil y una tableta ‘iPad’, y que, por
tanto, tenía suficiente capacidad económica como para
comprar por sus propios medios este tipo de aparatos.
Asimismo, indicó que no se puede acreditar que la bolsa
llegara al juzgado porque el detenido, José Manuel R., no la
vio salir. Aunque el policía que se encargó de los efectos
en la comisaría para trasladarlos los juzgados juró que sí
se mostraron al detenido y que la bolsa se identificó con
nombre y número de detenido.
El abogado de la defensa continuó en su conclusión final
asegurando que también es probable que otra persona
accediera a las pertenencias.
Luis B. quiso hacer uso de la última palabra y dijo que es
policía durante 12 años y que es “la primera vez” que se ve
e ”en algo así”.
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